El refranero popular español reza: "Que hablen de ti aunque sea para mal". Y eso es lo que están haciendo quienes se oponen a la construcción de una refinería que el Grupo Industrial Alfonso Gallardo proyecta en Tierra de Barros. Ayer, varias de estas personas se infiltraron en la manifestación sindical convocada por el 1 de Mayo y bajo los gritos de: "La refinería es una porquería" y "No queremos la refinería" protagonizaron una pequeña trifulca durante la intervención de los líderes sindicales de UGT y CCOO en Mérida.

La tensión subió cuando tanto Miguel Bernal, secretario regional de UGT, y Julián Carretero, su colega en CCOO, hicieron referencia al proyecto. Entonces se dejaron notar quienes no quieren que la industria petrolífera se instale en la región. "Os habéis vendido, cabrones", le gritó uno de ellos a Carretero, al que lanzó algunas monedas. De inmediato fue reprendido por algunos presentes, como el portavoz del PSOE en Mérida, José Angel Calle, que intentaba apaciguar los ánimos, acompañado por el vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor, quien, por cierto, lamentó la intromisión de estos manifestantes --entre los que estaban el coordinador regional de IU, Víctor Casco, y el diputado de IU-SIEX Cristobal Guerrero-- en el acto convocado por UGT y CCOO.

Pancartas

Otras pancartas con la inscripción: "También quería a su pueblo Franco" y "También crea trabajo el terrorismo", reflejaban el sentir de estas personas.

Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, Bernal ofreció un reto: "Sentarnos a discutir para ver quien convence a quien, pero con diálogo, no mediante el enfrentamiento", para de inmediato sentenciar que "no hay que perder ningún proyecto empresarial que respete el medio ambiente y que trae tres mil puestos de trabajo".

En cualquier caso, su compañero Carretero dejó claro que "el movimiento sindical no va a estar autista ante estas situaciones", y matizó que no van a caer en provocaciones.

Mientras esto ocurría, a apenas cien metros, un centenar de personas, convocadas por la CNT, reivindicaban un sindicalismo revolucionario.