Terminó la Navidad, pero sus efectos aún se dejan notar en muchos extremeños. No en vano los caminos del exceso navideño conducen directamente a los servicios de urgencias y las numerosas y copiosas comidas típicas de las fechas navideñas con un exceso de alcohol se convierten a menudo en una auténtica bomba de relojería para el organismo.

Y es que, como todos los años, las zonas de urgencias de los hospitales extremeños han visto sensiblemente incrementada su actividad a medida que iba transcurriendo la Navidad. Como dato estimativo, Miguel Angel Ruiz, subdirector del Servicio de Urgencias y Emergencias del Servicio Extremeño de Salud, explica que las ambulancias dependientes del 112 incrementaron su actividad un 20% en diciembre con respecto al mes de noviembre. Lo mismo ha ocurrido con las llamadas telefónicas al 112 solicitando asistencia médica, que aumentaron en torno a un 10%.

Además, no sólo creció el número, sino que se multiplicaron determinadas patologías, como la pancreatitis, las intoxicaciones etílicas y todos los problemas relacionados con el aparato digestivo.

MEDIO PLAZO

Ruiz señala que eso es consecuencia de la gastronomía típica de la Navidad, un momento en el que "se abusa de todo, especialmente de los mariscos, las grasas y el alcohol". Así, el fin de semana de Nochevieja el Hospital Infanta Cristina de Badajoz recibió a 9 pacientes afectados de pancreatitis, una cifra muy poco habitual.

Pero esta alimentación puede tener también efectos a medio o largo plazo, como demuestra el hecho de que a partir de este mes enero están aumentando los problemas causados por el colesterol. A pesar de todo, afirma que los servicios de urgencias no han llegado a estar saturados, aunque "sí estaban bastante llenos".