Todos combatieron en el bando republicano contra el levantamiento franquista y sus cuerpos se perdieron en las aguas del río Tajo después de ser pasados por las armas en el Puente del Cardenal, situado en el parque de Monfragüe y hoy cubierto por las aguas.

Pero Martín Crespo Sánchez, Lorenzo Justo García, Juan Justo García, Teodoro Pérez Martín, Eusebio Santos Amor, Antonio García, Juan Lesna , Mariano, Severiano Núñez García, Los Cundo (padre e hijo), Tío Granjero , Chindo , Emiliano Macías Díaz, Feliciano Almagro, Porrita, Cándida La de Torremenga y Julia La Santanderina no han caído en el olvido. Unas setenta personas, entre familiares y miembros de varios colectivos de izquierdas, quisieron ayer rendir un homenaje a estos hombres y mujeres descubriendo una placa con sus nombres en el lugar en que fueron fusilados.

Fue una jornada para el recuerdo porque "no queda constancia de ellos, en otros casos quedan las tumbas pero aquí les pasaban por las armas y les tiraban al río", explicó emocionado Agustín Clemente Serrano, presidente de la Unidad Ciudadana por la República, encargada de organizar el acto.

LLAMADA AL GOBIERNO

Pero el acto tuvo también una parte reivindicativa. Clemente explicó otro de sus objetivos: "Recuperar la memoria histórica y hacer una llamada al gobierno regional y al local para que recupere las tumbas y los lugares donde murieron otros defensores de la República; nosotros vamos a recorrer pueblo por pueblo y ruta por ruta para rendirles homenaje".

Para familiares como Antonio Sánchez-Marín, sobrino de Severiano Núñez García, conocido como El maestro republicano , la jornada de ayer tiene un significado especial: "Se trata de rescatar del olvido a estas personas de las que no se ha hablado en más de 60 años aunque lucharon en el bando de los vencedores, mientras que a los que murieron en el bando de los vencidos se les ha recordado continuamente; hay que devolverles la dignidad perdida porque murieron por defender el poder legalmente constituido".

Antes de descubrir la placa de homenaje, Agustín Clemente elogió a los 17 vecinos de Jaraíz, "sencillos, de campo", que murieron durante la represión y pidió "justicia para los fusilados en el Tajo y las cunetas". Además, se mostró dispuesto a seguir la lucha "para que no quede ningún cadáver en las cunetas; el día que se logre, se habrá dado un paso adelante hacia la democracia"

Agustín Real, de Izquierda Unida, se refirió a estos guerrilleros como "inocentes con valores democráticos" e insistió en que "hoy hay que reivindicar una parte de la historia que es necesario recuperar porque ha sido deliberadamente tapada". La lectura de varios poemas y La Internacional pusieron fin al emotivo acto que Antonio Sánchez-Marín defendió con estas palabras de Ortega y Gasset: "El pueblo que pierde la memoria histórica está obligado a repetirla".