Aunque Rajoy ha impuesto la ley del silencio en las filas populares hasta que se disuelvan las Cortes y, de hecho, ni siquiera se han reunido aún los comités correspondientes del PP para elaborar las listas, los movimientos para situarse en puestos de salir se iniciaron hace tiempo.

Así, el alcalde emeritense, Pedro Acedo, aspiraba a encabezar la lista al Congreso, en disputa con el incombustible Juan Ignacio Barrero, que parece añorar la pugna política. Sin embargo, el edil de Mérida ha recibido un duro revés, ya que Génova ha decidido que los número 1 a la Cámara Baja tengan dedicación exclusiva, y este puesto en la lista es incompatible con cualquier otro cargo electo.

De este modo, Acedo tendrá que optar entre dejar la Alcaldía, renunciar al Congreso o ir en el número dos o tres. El resto de los primeros puestos serían para los actuales diputados Carmen Matador y Germán López Iglesias.

En Cáceres, las cosas tampoco parecen claras. Sí se da como seguro que Amador Alvarez repita como número 1, pero para el otro puesto con opciones hay dos, y hasta tres, novias . En esa batalla estarían Rafael Mateos Yuste (alcalde de Navalmoral y diputado), María José González del Valle (diputada) y el mismo Ramón Aguirre, una vez que se da como hecho que será relevado al frente del Instituto de Crédito Oficial, gane o pierda el PP las elecciones.

Respecto al Senado, las cosas parecen algo más claras, al menos por arriba. Así, el alcalde cacereño, José María Saponi, encabezaría la lista por Cáceres, para lo que habría que buscar dos candidatos cuyo primer apellido empiece en orden alfabético por detrás de la S, por aquello del orden de colocación de candidatos.

Por Badajoz, la opción del alcalde pacense, Miguel Celdrán, es la más segura.

En ambos casos, se trataría de un primer paso para la retirada de la vida pública municipal.