El escándalo de las filtraciones de exámenes de la Selectividad se ha cobrado dos cabezas en la Universidad de Extremadura, además del perjuicio causado a los más de 4.000 estudiantes que hoy tienen que repetir una o dos de las pruebas que ya hicieron la semana pasada. Ayer presentaron su dimisión el vicerrector de Estudiantes y Empleo, Ciro Pérez, que a su vez es presidente de la Comisión Organizadora de la EBAU (Evaluación de Bachillerato y Acceso a la Universidad, lo que antes era Selectividad) y también el presidente del tribunal calificador, Javier Benítez, que se mantendrá en el cargo de momento para no perjudicar el proceso. Ambas dimisiones fueron aceptadas por el rector, Segundo Píriz, no así por los representantes de los estudiantes, que se mostraron en contra de que el vicerrector responda personalmente de lo ocurrido. El nuevo presidente de la comisión organizadora será el vicerrector de Infraestructuras, Antonio Díaz Parralejo.

Estas dimisiones se produjeron al mismo tiempo que la universidad reconocía, a partir de la investigación interna, que el origen de las filtraciones ha sido un error humano accidental, descartando definitivamente que se haya producido un ataque informático desde el exterior, como ya hizo el rector en su comparecencia del jueves pasado.

Según explicó ayer el director de Comunicación de la Uex, Agustín Vivas, que compareció acompañado de Ramón González, inspector jefe de los servicios jurídicos de la Uex, tres documentos (Exámenes de junio, Criterios generales de calificación y Criterios específicos de calificación) fueron subidos «por error» a la carpeta pública del año 2018 de la página web de la Uex a las 10.11 horas del miércoles 6 de junio, si bien no estaban referenciados mediante un enlace directo. Se sabe que el primer acceso y descarga del documento se produjo desde un IP externo a la universidad a las 11.18 horas de ese mismo día mediante un dispositivo móvil y el último, a las 17.22 horas. Según sus sospechas, la forma de acceso posiblemente fue mediante un buscador o modificando enlaces de años anteriores (cambiando 2017 por 2018). Como ya explicó hace una semana la Uex, se produjeron 14 descargas desde 6 dispositivos distintos.: 5 con IP externos y uno con IP interno. Según la Uex, los servidores de su portal «en ningún caso se han visto comprometidos».

Vivas informó de que los documentos se subieron desde un ordenador del Servicio de Admisión de Alumnos, por un funcionario de la universidad que tenía capacidad para hacerlo y que está identificado. «No hay posibidad de duda», afirmó, si bien quiso dejar claro que «todo parece indicar que no ha habido ninguna intencionalidad», sino que se trata de «un error», eso sí, «grave y de importantes consecuencias». El autor tiene nombre y apellidos, «aunque no nos gustaría que la responsabilidad recayera en el eslabón más débil porque un error lo podemos cometer todos, de ahí la asunción de responsabilidades y las dimisiones».

La universidad mantiene la información reservada abierta para esclarecer los hechos y, en su caso, depurar responsabilidades disciplinarias. El rector ya anunció la presentación de una denuncia ante la fiscalía aunque después el fiscal de Badajoz actuó por iniciativa propia.

El anuncio de las dimisiones se producía tras una mañana intensa en el campus pacense. Un grupo de estudiantes pasaba su cuarta noche encerrados en el Rectorado, desde que el jueves pasado se anunció la decisión de repetir siete de las pruebas. A las nueve de la mañana se reunió el gabinete de crisis, pero sus acuerdos no trascendieron, porque a las dos de la tarde estaba prevista una reunión con los representantes de alumnos. Antes del encuentro, los estudiantes estaban convocados a manifestarse ante el Rectorado. También en Cáceres y la afluencia no fue numerosa. Los afectados estaban estudiando porque hoy se juegan mucho. La universidad apuró hasta el último momento para escucharlos. La reunión se prolongó durante casi tres horas y media y hubo entendimiento «cediendo todas las partes», según confirmaron a la salida Hernán Álvarez, de la Coordinadora Estudiantil, y Amalia Molano, del Consejo de Estudiantes, que dieron por finalizado el encierro. Molano se reunirá con el rector antes de que termine el periodo lectivo para ser informada.

Sobre las medidas que vaya a adoptar la Uex para evitar que vuelva a ocurrir, Vivas señaló que ya estaban establecidas y que en todo caso se revisará todo el procedimiento y el protocolo que se sigue, pues nunca antes ha habido ningún error. Los estudiantes pedían la dimisión del rector, pero la Uex lo descarta porque implicaría que se fuese todo el equipo rectoral. Vivas quiso dejar claro que no la EBAU no la organiza la Uex, pues la Junta también integra de la comisión organizadora, cuyo responsable «político» ha dimitido, mientras que el rector, «no se lo ha planteado».

Mal parada ha salido la propia universidad. Vivas reconoció que «somos plenamente conscientes de que ahora mismo somos impopulares y nos duele muchísimo, porque este error tan grave ocasiona que el trabajo que muchos hacen de forma ejemplar salga minusvalorado y a esas personas también hay que pedirles disculpas». De todo lo sucedido, esperan que los alumnos saquen la conclusión de que la Uex «ha sabido garantizar la igualdad de todos sus estudiantes en mérito y capacidad».