Los extremeños guardan en los bancos un ‘tesoro’ de más de 19.000 millones de euros. Ciudadanos y empresas nunca habían ahorrado tanto y nunca, tampoco, habían mantenido estas cantidades tan cerca del bolsillo como ahora. La incertidumbre económica, el miedo a posibles imprevistos, el recelo a los productos financieros tras casos como el de las preferentes, el bajo interés de los depósitos a plazo o las nuevas dificultades para acceder al crédito hacen que la mayor parte de estos fondos se mantengan en cartillas de ahorro y a la vista, que permiten disponer del dinero de manera inmediata y sin cargas.

«Ante esta crisis tan dura, creo que hemos aprendido la lección y la gente trata de contar con un colchón que les dé alivio ante posibles incertidumbres», explica al respecto Roberto Serrano, técnico de la Unión de Consumidores de Extremadura (Ucex). Según los últimos datos publicados por el Banco de España, a 31 de diciembre de 2018 los extremeños guardaban un total de 19.084 millones de euros en depósitos de ahorro. Es la cifra más alta de los últimos 20 años y todo apunta a seguirá creciendo, pues solo en los tres primeros meses de 2019 se han sumado 37 millones más. Con respecto al 2017, el aumento es de casi dos puntos porcentuales y 359 millones de euros.

La estadística refleja que desde el 2000 los depósitos bancarios de los extremeños no han dejado de crecer y aunque en los años más duros de la crisis sí se acusa una dismunción, la cifra que alcanzan actualmente no solo está en su máximo histórico, sino que sobrepasa por primera vez la barrera de los 19.000 millones y supera ampliamente el récord que se alcanzó en 2010 con los 17.173 ahorrados entonces. Del total de depósitos, 978 millones corresponden a las administraciones públicas y el resto, 18.107, a empresas y consumidores.

PLAZO FIJO / Pero lo cierto es que aunque los ahorros crecen, los extremeños siguen sin atreverse a realizar grandes inversiones. La prueba es que casi el 80% de estos fondos (en concreto 14.727 millones) se guardan en la cartilla habitual o en cuentas de ahorro (no se pueden domiciliar recibos), dos modalidades que permiten disponer del dinero de forma inmediata y sin cargas.

«Esto refleja esa necesidad que todavía existe de poder tirar ante algún apuro», explica Roberto Serrano. El técnico de la UCE también apunta a que el aumento de los fondos acumulados en depósitos a la vista puede deberse a un nuevo «recrudecimiento» en el acceso al crédito: las familias han estado ahorrando para comprar un coche o un piso y tienen la entrada, pero el banco no termina de facilitarles el crédito para realizar la inversión.

Todos estos factores, junto a los bajos tipos de interés que se están registrando en la actualidad, hacen que los depósitos a plazo fijo ya no sean un producto atractivo. Bajo esta modalidad, que ha sido la escogida durante años por cientos de familias para mantener sus ahorros a buen recaudo, se guardan en Extremadura 3.380 millones, la cifra más baja desde 2015. Solo en el último año se han retirado 613.

Según cálculos de Serrano, la rentabilidad de un plazo fijo se mueve ahora entre el 0,1% y el 0,2%: «el Euríbor está en negativo y los bancos no pueden prestar dinero a tipo inferior a lo que te lo dan a tí», recuerda. A esto hay que sumar el hecho de que si por algún motivo el cliente necesita el dinero, tendrá que pagar una penalización por ello.

Así las cosas, los pequeños ahorradores optan por mantener sus fondos a la visita y en aquellos casos en los que la capacidad económica es mayor, se recurre a los fondos de inversión. «Dan la posibilidad de ganar más dinero porque la rentabilidad es mayor, pero también el riesgo», apunta Serrano, que recuerda que con este tipo de productos no siempre es seguro que no se vaya a perder.