El dinero que los extremeños tienen depositado a plazo en entidades financieras ha aumentado un 32% entre septiembre del 2007, justo al inicio de la crisis económica, y marzo pasado. Según los datos del Banco de España, el volumen que los particulares y empresas de la región tienen consignado en este tipo de productos ha pasado en este periodo de 6.720 millones de euros a 8.897. Este auge se sitúa muy por encima de lo que han crecido el resto de depósitos (cuentas a la vista y de ahorro) en esos mismos tres años y medio, que ha sido el 9,8%.

Una primera causa de esta evolución es la bajada del gasto. "Si el consumo se retrae, es normal que se le quiera sacar el máximo jugo posible a lo que se ahorra", señala Juan Luis Picado, delegado de Ausbanc en Extremadura. Otra razón que está detrás de este incremento es la guerra del pasivo entablada por las entidades financieras para intentar captar el máximo posible de liquidez, ofreciendo para ello sustanciosos intereses.

A mediados del 2008 no pocas entidades ofrecían rentabilidades a un año de entre el 5% y el 6% TAE (Tasa Anual Equivalente). Bancos y cajas han llegado a desafiar cualquier lógica económica pagando más por los depósitos de lo que cobraban por los créditos, un desfase cuyo impacto en las cuentas de resultados del sector el BBVA ha cuantificado en unos 7.000 millones de euros solo en el 2010.

Ahora se está lejos de esas rentabilidades, entre otras cosas porque el Gobierno aprobó en junio un decreto por el que se exigen contribuciones adicionales a los Fondos de Garantía de Depósitos a aquellas entidades que remuneren excesivamente el pasivo, pero todavía es posible encontrar productos atractivos en el mercado. Carlos Arjona, responsable de los servicios jurídicos de Adicae en Extremadura, apunta que las entidades se están moviendo, en general, "en torno al 3%" de rentabilidad.

Arjona hace hincapié en la necesidad de manejarse con "prudencia" cuando se decide contratar productos a plazo con las entidades financieras, informándose de todas sus condiciones y evitando aquellos "que no se entiendan". "Mucha gente se confía, piensa que el director --de oficina-- es su asesor, su amigo, y en realidad es una persona con sus propios intereses: obtener una comisión, alcanzar unos objetivos o simplemente mantener su puesto de trabajo", recuerda. Por este motivo, recomienda "guardar siempre todas las publicidades y los contratos".

En esta misma línea, Juan Luis Picado, de Ausbanc, critica la mala praxis que algunas entidades bancarias siguen a la hora de informar a sus clientes. "Los bancos están obligados por ley a informarte. No vale el 'Es que tampoco pregunté'. Es el banco quien te lo tiene que explicar". Esto significa, en primer lugar, que el cliente sepa exactamente qué está contratando . "Hay gente, sobre todo mayor de 70 años, que creen que están contratando un depósito a un 4% o un 4,5% de interés y en realidad son participaciones preferentes", un producto con el que, explica, luego resulta muy complicado rescatar el dinero. En el caso de los productos más simples, lo fundamental es conocer las rentabilidades reales --una vez excluidas las comisiones-- y el periodo al que estas están referidas.

"Estamos totalmente colapsados", dice este abogado en relación al aumento del número de reclamaciones que está recibiendo esta asociación por mala praxis bancaria. Las cláusulas suelo de las hipotecas y las permutas financieras son el motivo más habitual. Solo relativas a estas últimas, también denominadas swap de tipos de interés, asegura que tienen "entre 40 y 50" demandas en preparación o ya en los juzgados.

Hace apenas dos meses, los servicios jurídicos de esta asociación obtuvieron una sentencia favorable de un juzgado de Cáceres por la que se declaraban nulos diez contratos de permutas y cinco contratos marco que los amparaban. Habían sido suscritos entre el Banco Santander y un grupo de pequeñas empresas, y la sentencia puso de relieve la "confusión que estos productos provocan en los clientes, confusión que los comerciales del banco y los documentos que se le aportan al cliente se encargan de alimentar", se aseguró entonces desde Ausbanc