Las diócesis extremeñas se ponen manos a la obra. El pasado diciembre el Gobierno estatal aprobó el registro central de delincuentes sexuales en el que deben aparecer todas las personas que trabajan o realizan trabajos voluntarios con menores de edad y la Conferencia Episcopal Española ya ha informado a todas las diócesis del país sobre la necesidad de cumplir cuanto antes con esta nueva normativa.

Este nuevo requerimiento, amparado en la Ley 20/2015 de protección a la infancia y a la adolescencia, es aplicable en las actividades con menores de edad, niños, adolescentes y jóvenes, entre los cero y los 17 años.

El Obispado de Coria-Cáceres está entre los más adelantados. Ya está exigiendo el certificado negativo de este registro a religiosos y voluntarios que participen este verano en campamentos organizados bajo el paraguas de la diócesis. "Yo mismo voy a participar en uno de los campamentos y ya tengo el documento judicial", cuenta el vicario de Pastoral de la diócesis cacereña, Jesús Moreno Ramos.

En cuanto al conjunto de sacerdotes y personal religioso esperan estar al día cuando comience el curso, puesto que la actividad parroquial cesa durante el verano y hay más margen de actuación --no hay un plazo límite impuesto--. Para ello están buscando un modelo con el que poder cumplir la normativa sin tener que movilizar a los catequistas de todos los pueblos. "La intención es pedirles a todos una fotocopia compulsada del DNI para que nosotros desde Cáceres o Coria podamos solicitar en su nombre el certificado y así evitar que tengan que desplazarse y poder hacerlo con más celeridad", explica. Esta es una de las posibilidades que permite la propia normativa. Solo en esta diócesis hay entre 2.000 y 3.000 personas afectadas por esta nueva medida y a este personal hay que sumar el de las otras dos diócesis extremeñas.

OTOÑO En el caso de la de Mérida-Badajoz los avances son similares. Los primeros certificados se están exigiendo ya para aquel personal que va a participar en actividades estivales, mientras se trabaja en la extensión del procedimiento de cara al otoño, cuando comience la actividad parroquial. Solo en catequistas la diócesis pacense cuenta con cientos de personas.

Mientras, en la diócesis de Plasencia están en un "periodo de impasse" tras la marcha del obispo Amadeo Rodríguez Magro. Desde la institución eclesiástica señalan que se están realizando reuniones para informar al personal pero aún no hay nada en marcha a la espera de la llegada de un nuevo obispo. "Se está estudiando y se pondrá en marcha", señala.

Mucho más avanzados están en otras diócesis españolas, como es el caso de Lérida, donde el obispo Salvador Giménez ha firmado un decreto en el que exige a todos los sacerdotes, religiosos y voluntarios que aporten el certificado correspondiente antes de que termine septiembre.