La confrontación entre la comunidad eclesiástica y la Junta de Extremadura por el nuevo currículo de ESO y Bachillerato se acentúa con el paso judicial emprendido por las tres diócesis para defender la asignatura de Religión y "el derecho de los padres a la formación de sus hijos conforme a sus convicciones". De forma conjunta, el Arzobispado de Mérida- Badajoz y los obispados de Coria-Cáceres y Plasencia han interpuesto un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, contra el Decreto de 5 de Julio de 2016 de la Consejería de Educación, por el que se suprimen horas de la clase de religión para reducirla al mínimo y se recupera la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Consideran que el texto "vulnera derechos fundamentales de la Constitución" y que además contraviene tratados internacionales y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y de diversos Tribunales Superiores de Justicia de toda España, como es "el derecho de los padres a la formación de sus hijos conforme a sus convicciones, el derecho a la no discriminación, a la seguridad jurídica y al respeto a la libertad religiosa".

"Nos sentimos obligados por ese 80% de padres que eligen la asignatura de Religión y por los jóvenes que la cursan", defiende el Secretario General de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, Mateo Blanco Cotano, que recuerda que a pesar de ser de libre elección, ocho de cada diez alumnos la cursan cada año y por tanto "la falta de oferta o su injustificada disminución merma frontalmente este derecho constitucional".

CRITERIO IDEOLOGICO La decisión además se ha interpretado como "una cuestión ideológica" y "una falta de lealtad" por parte de la titular de Educación, Esther Gutiérrez, que ha distorsionado la relación "fluida" que tradicionalmente han mantenido con la Administración regional y que dicen que persiste con el presidente autonómico. "Aunque el currículo anterior fuera perfeccionable, no tiene razón de ser cambiarlo así", dice el Secretario de la Archidiócesis pacense.

La consejera presentó el pasado 20 de abril las novedades del curriculo para el próximo curso. "Fue entonces cuando nos enteramos del cambio", afirma Blanco. Los primeros en pronunciarse fueron los profesores de Religión por la disminución de horas lectivas derivadas de la modificación. Las diócesis solicitaron una reunión con la Administración regional en la que participó el entonces obispo de Plasencia Amadeo Rodríguez, responsable de Educación. "Queríamos hablar y buscar razones que hubieran motivado esa decisión para llegar a un acuerdo". Pero asegura que tras ese encuentro no vieron posibilidad de consenso y comenzó a plantearse la vía judicial que ahora han puesto en marcha.