Directivos de Corrugados Azpeitia y Corrugados Lasao podrían hacerse con el control de estas dos plantas pertenecientes al Grupo Alfonso Gallardo una vez que la empresa brasileña Companhia Siderúrgica Nacional (CSN) ha decidido no cumplir el acuerdo de compra que incluía ambas factorías, además de Cementos Balboa (en Alconera, Badajoz) y de una siderúrgica de Thüringen (en Alemania).

Fuentes tanto de la Caja de Ahorros de Guipúzcoa y San Sebastián (Kutxa) como de la Diputación Foral de Guipúzcoa confirmaron ayer que ya han mantenido contactos con ejecutivos de Corrugados Azpeitia. Un portavoz de la entidad de crédito señaló que este tipo de encuentros "suele ser habitual" cuando alguna empresa guipuzcoana atraviesa por "una situación complicada". "Entre las posibilidades que suele contemplarse está la de financiar la toma de control por parte de los directivos", añadió la citada fuente, para quien "con toda probabilidad" se producirán nuevas reuniones.

Igualmente, en la diputación guipuzcoana señalaron que "ha habido algún contacto" con los directivos de Azpeitia con el fin de analizar "las distintas vías que hay para reconducir la situación" tras la marcha atrás de CSN, si bien agregaron "que no se ha tomado ninguna decisión". Desde la dirección de las plantas vascas también se habría comunicado ya a la plantilla la necesidad de buscar nuevos inversores.

En el Grupo Alfonso Gallardo, por su parte, no hicieron ayer ninguna valoración sobre esta posibilidad, y se remitieron a su comunicado del pasado viernes, en el que anunciaban que se recurriría a la vía arbitral para obligar a CSN "a cumplir el contrato de compraventa".

Corrugados Azpeitia cuenta con una plantilla de en torno a 450 trabajadores, que actualmente están afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) suspensivo. Puede producir hasta un millón de toneladas de acero, aunque actualmente funciona a un 20% de su capacidad. En Corrugados Lasao trabaja otro medio centenar de personas.

Por otro lado, ayer por la noche estaba previsto que Cementos Balboa retomase la actividad normal una vez finalizada su parada técnica. A última hora de la mañana la dirección de la empresa mantuvo un encuentro con los trabajadores para transmitirles un mensaje de "tranquilidad y explicarnos la situación del mercado", señaló José Manuel Toro, presidente del comité de empresa por MCA-UGT. "Tampoco es que nos hayan dicho mucho más, que se han roto las negociaciones y que se está a la espera de lo que dicte el tribunal de arbitraje", apostilló.

Toro recalcó que la actividad de la cementera "no corre ningún peligro", ya que la empresa continúa siendo rentable a pesar de la crisis en el sector de la construcción. Así, en el 2010 se obtuvieron unos beneficios cercanos a los siete millones de euros y la previsión es que este año sean "la mitad, más o menos".