El director general del Banco de Sangre de Extremadura, José María Brull, ha dicho que es "inexplicable" la falta de personal facultativo y administrativo en el centro, y que hace falta "un mínimo de medios" para atender a los pacientes del Servicio Extremeño de Salud (SES) y fomentar las donaciones de los extremeños.

Brull ha analizado así las palabras del consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, que ayer dijo que en 2018 las familias extremeñas donaron los órganos de sus allegados fallecidos en 69 casos mientras que el año anterior hubo 50, pero que para efectuar los trasplantes es preciso que haya más donaciones de sangre.

El director ha señalado que Vergeles es "muy sensible" en la cuestión de los trasplantes de órganos y del aumento de las donaciones de sangre, pero que hacen falta más medios en el Banco de Sangre.

Ha explicado que en 2018 hubo 47.492 donaciones, unas 800 bolsas menos que en 2017, y que esto se debe a dos circunstancias, los "serios problemas" de falta de personal en el banco, entre ellos de hematólogos y de administrativos, lo que produce una situación de "agobio" entre el personal.

Además, que el centro dependa de la Gerencia del Área de Salud de Mérida, que "no sabe exactamente lo que tiene aquí".

Brull ha señalado que quienes conocen exactamente las necesidades de donaciones de sangre y cómo promocionar y difundir entre la población la necesidad de que done sangre son los trabajadores del banco, que conocen cómo contactar vía SMS con los donantes y cómo llegar a ellos, especialmente con los jóvenes.

Esto hay que hacerlo, ha continuado, mediante la conexión constante con las asociaciones de Donantes de Sangre de toda la comunidad autónoma, pero que esto ahora es difícil por los motivos susodichos, la falta de personal y de medios.

"Si esto no se va supliendo, va a costar mucho remontar", ha agregado Brull.

También ha explicado que entre los meses de febrero y marzo de 2018 se comenzó a cambiar los aparatos de donación en la comunidad autónoma ya que en todos los laboratorios hubo un concurso único para la maquinaria y reactivos de los hospitales y del Banco de Sangre, lo que ha supuesto un notable trabajo.

Así, ha continuado, el banco ha tenido que cambiar todos los aparatos, los que controlan los anticuerpos, la biología molecular y la serología de la hepatitis y del SIDA, entre otras dolencias.

"Estamos bastante mal. El año se prometía muy feliz porque parecía que la cosa iba bien", ha dicho Brull, pero con las bajas de personal de médicos y administrativos la situación se ha complicado porque facultativos se deben dedicar a labores administrativas y delegar en otros médicos sin experiencia.