Con la llegada del verano y las vacaciones los rincones preferidos a la hora de viajar siguen siendo los espacios acuáticos, lo que los convierte en lugares muy concurridos por personas de todas las edades que están expuestas a cualquier tipo de incidentes. Al incrementarse las visitas a estos sitios también se incremente el número de accidentes producidos a causa de los ahogamientos. Por este motivo, fallecía un menor de cuatro años el domingo pasado en la piscina de un hotel de Ibiza, mientras que días antes otro menor de seis años fue rescatado a punto de morir ahogado en una piscina de Guadalix de la Sierra, en Madrid. Sin duda, los menores suelen ser más vulnerables ante este tipo de accidentes, debido a su falta de conocimiento. Por ello, para evitar una situación trágica los socorristas aconsejan la compañía de un adulto y la vigilancia del menor en todo momento.

Desde Cruz Roja informan que la mayoría de los accidentes ocurridos a causa de los ahogamientos suelen producirse, sobre todo, en zonas que no están controladas ni vigiladas por profesionales, como pueden ser las piscinas naturales o los lagos naturales donde no existe una regulación ni unas normas a la hora de bañarse. Víctor Domínguez, responsable de emergencias de Cruz Roja Extremadura, cuenta que en este tipo de accidentes las edades varían, ya que la mayor parte de quienes sufrieron un ahogamiento eran personas adultas con edades entre los 40 y 50 años. En muchos casos estos incidentes están vinculados con patologías médicas que pueda sufrir la persona.

En el verano pasado se registraron más de 400 muertes causadas por ahogamientos, de las que nueve se produjeron en la región. Según informa la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), desde el pasado 1 de enero hasta el 30 de junio, se han registrado 122 muertes por ahogamiento en el país, dos de ellas en Extremadura. En comparación con las cifras que se están registrando este verano, el número de muertes se ha reducido casi a la mitad, lo que no exime de obviar las indicaciones que aconsejan los profesionales dedicados a este ámbito.

La mayoría de los accidentes provocados por ahogamientos podrían evitarse si los ciudadanos siguieran una serie de sencillas recomendaciones, con las que se ahorrarían más de una situación con trágico desenlace, aprendiendo así a disfrutar mejor de los espacios acuáticos por estas fechas. Desde Cruz Roja insisten sobre todo en que se evite el baño en las zonas que no estén habilitadas para ello y aconsejan bañarse siempre en aquellos recintos que se conozcan previamente, tanto su profundidad como las características básicas de la zona, para evitar que se pueda sufrir un accidente por la falta de conocimiento del entorno.

Cómo hay que actuar

En el caso de que se produzca un accidente relacionado con un ahogamiento, el profesional de salvamento de Cruz Roja aconseja no aplicar las técnicas de salvamento en el caso de que se desconozcan, ya que una persona que no sepa correctamente cómo recatar a alguien que haya sufrido un percance dentro del agua puede correr la misma suerte.

En caso de poder atender a la víctima, los profesionales insisten en que lo correcto es llamar a los servicios de emergencia inmediatamente y prestar los primeros auxilios comprobando la consciencia de la persona y abriéndole la vía aérea. Si la persona siguiera sin reaccionar se procedería a la reanimación cardiopulmonar o RCP, esto es, colocando una mano sobre la otra en el centro del pecho del accidentado y actuar durante 30 compresiones seguidas de la realización de dos ventilaciones o boca a boca. Así se deberá ir alternando hasta que la persona responda o lleguen al lugar los servicios de emergencia.