Un grupo disidente de la célula terrorista de Al Qaeda en el Magreb Islámico ha reivindicado el secuestro de la cooperante madrileña Ainhoa Fernández, que colaboraba con la Asociación Extremeña de Amigos del Pueblo Saharaui en los campamentos de refugiados de Tinduf. La célula también se atribuye el rapto del joven mallorquín Enric Gonyalons y el de la italiana Rossella Urru el pasado mes de octubre. Precisamente el miércoles, la célula de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) negó estar detrás de los hechos como apuntó en un primer momento el Frente Polisario.

"Somos el grupo Jamat Tawhid Wal Jihad Fi Garbi Afriqqiya, en el Oeste de Africa. Reivindicamos la operación que tuvo lugar el 23 de octubre en Tinduf, donde fueron secuestrados dos españoles y una italiana", ha afirmado la célula a través de un doble mensaje, de audio y escrito, enviado al corresponsal de la agencia France Press en Bamako (Malí). Según el diarioEl Mundo , los tres cooperantes fueron secuestrados en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf por un grupo de 10 hombres armados y con ropa militar que llegaron en un vehículo todoterreno a las instalaciones. Allí redujeron y maniataron a los vigilantes del campamento y después se dirigieron al primer pabellón, donde tubo lugar el rapto. Ainhoa Fernández pertenecía a la Asociación Extremeña de Amigos del Pueblo Saharaui y Enric Goyalons a la ONG vasca Mudubat.

Después de producirse la pasada semana la detención de dos personas por parte de las autoridades mauritanas por su presunta relación con los hechos y un enfrentamiento armado con el Frente Polisario --la autoridad de facto en Rabuni, capital administrativa de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD)--, AQMI negó estar detrás del secuestro de los tres cooperantes europeos, tal y como apuntaba desde un primer momento el Frente Polisario.

El Ministerio de Exteriores de España, que al cierre de esta edición no se había pronunciado sobre la reivindicación de ayer, juzgó en un primer momento que era prematuro atribuir el secuestro a AQMI. A principios de noviembre, fuentes locales aseguraron que detrás de la acción se encontraba un grupo de árabes malienses de la tribu de Lahmar, dirigidos por un antiguo integrante de Al Qaeda. Según el diario El País , para tratar de resolver el secuestro el Ejecutivo español designó a un exembajador con experiencia en Africa subsahariana, Antonio Sánchez-Benedito, de 43 años, que el mes pasado hizo un primer viaje a Malí, donde se cree que permanecen retenidos.

APOYOS Nada más conocerse la noticia del secuestro, diversos colectivos e instituciones --entre ellos la Junta y la Asamblea--- mostraron públicamente su apoyo a Ainhoa Fernández. La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura destacó entonces el "gran compromiso" de la joven con la ONG, con la que trabajaba desde 2010. Su labor consistía en la supervisión y coordinación de los proyectos que se están ejecutando en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf que están financiados por la Junta de Extremadura, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos de la región.