En el 2017 hubo en la región doce accidentes laborales mortales, dos menos que el 2016. La directora general de Trabajo, Sandra Pachecho, dio a conocer ayer estos datos y achacó la alta siniestralidad en el trabajo a la reforma laboral del Gobierno central, mientras que el PP culpo de ella al Gobierno regional por su inacción. Pacheco compareció en Mérida ante la Comisión de Educación y Empleo de la Asamblea de Extremadura al responder a una pregunta de la diputada del PP Magdalena Carmona.

Pacheco afirmó que estas cifras hay que analizarlas con prudencia dado el carácter sensible del asunto y que la Junta trabaja para atajar el problema y que informa puntualmente y con transparencia. Señaló que en 2016 hubo 25.188 siniestros y en 2017 un total de 25.790, una «leve subida» que achacó a la precarización de las condiciones laborales a causa de la reforma laboral del Ejecutivo central y al aumento de la población activa, es decir, la exposición a los accidentes, durante esta legislatura. Cinco de los accidentes mortales, dos menos que en 2016 y cinco de ellos debidos a infartos; 183 graves con baja, ocho menos; y graves con baja ‘in itinere’ 22, 17 menos.

Por su parte, la parlamentaria del PP manifestó su preocupación por la «imparable y alarmante» subida de la siniestralidad mientras que el Ejecutivo autonómico «no hace nada» para paliar el problema y sólo hay «propaganda y pésima gestión».