Confianza en los docentes extremeños pidió ayer el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a la sociedad. «Por favor, si hemos confiado en nuestros médicos, enfermeros, técnicos, celadores, trabajadores de residencias, de alimentación, de seguridad o de transporte, ¿no parece necesario confiar en los maestros y profesores para el final del curso? Confiemos en ellos y ayudemos todos», escribió la noche del miércoles. Lo hizo justo después de la comparecencia de la ministra de Educación, Isabel Celaá, en la que desveló el plan para responder a algunas de las incógnitas que sobrevuelan este curso escolar que, de forma presencial o telemática, terminará en la fecha prevista en junio (el día 19 acaban las clases) y que todos los alumnos pasarán, salvo excepciones. Son algunas de las medidas acordadas y que ahora la comunidad debe definir cómo aplicar a través de una instrucción que remitirá a todos los centros. La consejera de Educación, Esther Gutiérrez, ha citado hoy a la Mesa Sectorial de Educación en Extremadura para informar de las actuaciones a seguir.

Lo que esperan los sindicatos, y así se lo pedirán hoy, es que la instrucción llegue cuanto antes para dar certezas a docentes, alumnos y padres y también que concrete más y aclare lo que se ha explicado de manera generalizada hasta ahora. Pero, ¿qué opinan de las medidas anunciadas?

LA REPETICIÓN EXCEPCIONAL

El asunto más polémico es la promoción de curso y la titulación como norma general (preocupa 4º de ESO y 2º de Bachillerato) y dejar la repetición para casos «muy excepcionales». «Aunque no hubiera pandemia, la repetición de curso ya es algo muy excepcional en nuestro sistema educativo. Porque no se está hablando de un aprobado general, hay que evaluar y cada alumno va a tener la nota que le corresponda y que pondrá el equipo docente», explica Mercedes Barrado de CSIF. Pero no todos ven tan claro cómo aplicar esta medida ni sus beneficios. «A nosotros nos preocupa mucho este tema. Si a un alumno de 1º de ESO le dices que pasa a 2º porque sí, entonces todo el trabajo que están haciendo los niños y los profesores durante este confinamiento ¿para qué está sirviendo exactamente? ¿qué mensaje se les está mandando a los que se esfuerzan?», cuestiona Alfredo Aranda de PIDE. A su juicio promocionar con siete suspensos «no es hacer un favor al alumno, el favor se le hace si repite,porque si pasa a 2º de ESO y tiene que recuperar lo que lleva pendiente de 1º ese alumno lleva una mochila tan pesada que va a naufragar y no le damos la oportunidad de remontar el vuelo». Por eso, Aranda insiste en que hoy le pedirán a la consejera que explique en qué situaciones se puede repetir, «que se establezca un criterio claro», y además que se determine el fin de las clases presenciales, una opción que muchos ya dan por hecho.

También el presidente de ANPE, Antonio Vera, cree que la promoción automática puede ser contraproducente. «Debe ser el docente el que decida si el alumno repite o no el curso. Cualquier regla general de promoción va en contra del propio alumnado. Una vez finalizado el curso y evaluado por el equipo docente si el alumno tiene materias suspensas debe ser en el mes de septiembre cuando recupere para promocionar o no. Cualquier promoción automática va en contra del propio alumnado, insisto. Es una medida injusta y desmotivadora para el alumnado», señala Vera.

CONTENIDOS MÍNIMOS

La responsable de educación de UGT, Eva González, sostiene que la repetición de curso es ya algo excepcional en nuestra ley educativa, pero aún así «hay que tratar que los que promocionen lo hagan con unos contenidos mínimos y que se valore el esfuerzo que el alumno está haciendo ahora en este último trimestre. Eso es lo que vamos a proponer a la consejera». Reconoce que la situación es muy compleja y advierte de que hay cerca de un 10% del alumnado que se ha «descolgado» del curso telemático, lo que puede suponer una «brecha social» y «más fracaso escolar».

Por su parte, Clara Gallardo, responsable de educación no universitaria de CCOO, opina que favorecer de forma generalizada la promoción de curso es una medida positiva y la «menos sangrante para los alumnos descolgados». Eso sí, señala que se deben establecer en este trimestre o el próximo curso medidas de refuerzo y recuperación de los contenidos que ahora no se puedan impartir. Recuerda que además en Extremadura hay recuperaciones en septiembre para los alumnos de ESO y dentro de lo posible debería tomarse entonces la decisión final de promocionar.

En la misma línea se pronuncia la Asociación Pedagógica Escuela de Verano de Extremadura. Su vicepresidente, Ángel Andrés Sáenz del Castillo, defiende que la mayoría del alumnado debería promocionar, pero siempre respetando la información que tiene el profesorado con dos evaluaciones con números exactos y tratando de que esta situación «no cree más problemas a los más débiles, porque en el fondo de lo que se trata ahora es de favorecer que no haya más desigualdad social, es decir, de que la escuela no potencia la desigualdad que ya de por sí se está dando ahora con más crudeza». Este docente considera que repetir curso es una medida que no ayuda al alumno, «más bien castiga y provoca desánimo y desidia en el alumnado».

Aún así, pasar de curso con suspensos no es ninguna novedad. Según las estadísticas del Ministerio de Educación, en Extremadura uno de cada tres estudiantes de la ESO promociona de curso con alguna o con varias materias suspensas.. En concreto, los últimos datos referentes al curso 2017-2018 señalan que de los 37.632 estudiantes extremeños que promocionaron de curso en la ESO, 12.275 lo hicieron con suspensos. Eso supone el 32,6% del total. Otro dato, también más del 30% del alumnado de 15 años ha repetido algún curso. anterior.

¿QUÉ DICEN LOS PADRES?

Entre las asociaciones de padres, las valoraciones no son muy diferentes, aunque hay matices. Desde la Federación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de centros públicos (Freampa), su presidente José Luis Casado, valora de forma positiva las medidas anunciadas ya que considera que «se está poniendo en valor la parte social por encima de las opciones meramente academicistas». Para Freampa la promoción como medida general es «correcta y lógica» porque se han completado dos trimestres del curso y «eso es más que suficiente para evaluar. Este último trimestre no debe servir para decidir la promoción del alumnos, para discriminar y suspender, sino para mejorar y subir nota», incluso aunque haya vuelta a las aulas en las últimas semanas.

Desde la Concapa (padres de alumnos de escuelas católicas), por su parte, se muestran contrarios a cualquier medida que se parezca a un aprobado general «porque si un alumno no ha venido trabajando desde el principio de curso o no está preparado para pasar de curso, no se le debería dar», señala Ángel Borreguero. Otra cosa, indica, es que se sea más flexible o «benévolo» con el alumnado, pero con cautela y siempre teniendo en cuenta una evaluación continua, «es decir, que se valore lo que hicieron en las dos primeras evaluaciones, pero también el trabajo que están haciendo en casa en esta última parte del curso». De otra manera, insiste, «no estaríamos aprobando el esfuerzo de los alumnos ni valorando el trabajo de los docentes. Las familias queremos saber cómo se va a hacer».

Por su parte, desde el colectivo de padres Apadex lamentan que falta mucha concreción en las medidas anunciadas. «Por un lado nos dicen que la tónica general es la promoción, por otro que no lo será. Y luego que serán los equipos de evaluación los que decidan, hay improvisación», denuncian.

ABRIR EN JULIO

En cuanto al resto de medidas, los cinco sindicatos educativos aceptan la posibilidad de que los colegios se abran en el mes de julio, aunque no lo ven muy factible en Extremadura principalmente por las condiciones climatológicas. Pero aceptar esa propuesta es siempre y cuando, como avanzó someramente la ministra, no se obligue a trabajar a los maestros y profesores de todo el curso.

«Aquí se está trabajando duro, ni los alumnos ni los profesores están de vacaciones, tenemos medios y se están haciendo llegar medios a quienes no los tienen porque no queremos dejar a nadie atrás», apunta Mercedes Barrado. Y también se aceptará siempre que se hagan actividades de carácter lúdico y no lectivas, «a eso sí nos oponemos», sostiene Antonio Vera. Además, añade Aranda, «todos sabemos que en julio no se cumple la normativa laboral en cuanto a temperaturas».

Los sindicatos insisten, además, que para la evaluación del tercer trimestre sigue habiendo dudas sobre cómo hacerlo y qué criterios hay que seguir. La propuesta del ministerio pasa por dedicar estas últimas semanas a repasar y reforzar los conocimientos y avanzar solo con nuevos contenidos que sean prioritarios. «Es un trabajo extra que van a tener los docentes, pero habrá que adaptar los contenidos», apunta Barrado. La evaluación final, insiste Antonio Vera, «debe ser global, pero primando sobre todo las dos primeras evaluaciones».