La falta de implicación de la sociedad en general y de los padres en particular es una de las deficiencias del sistema educativo extremeño y una de las causas que incide en el fracaso escolar. En el lado opuesto, los docentes alaban la fuerte apuesta por las nuevas tecnologías y los idiomas, que adquieren más presencia en el aula y fuera de ella con intercambios y viajes.

Esta podría ser, a grandes rasgos, la evaluación de la educación en Extremadura, que comenzó a andar sola hace nueve años, según la opinión de los docentes consultados. Así valoran la enseñanza en la región, mientras está en marcha la futura ley de educación extremeña y después de que la oposición y sindicatos se dejaran oír hace unos días pidiendo en la calle una mayor implicación en las decisiones educativas.

Sobre una nota final no hay muchas discordancias, el sistema educativo en la región roza el aprobado para la mayoría. "Es bastante aceptable. La atención al alumnado con la incorporación de educadores y profesionales informáticos no tiene precedente", dice Manuel Acedo, director del IES Sáenz de Buruaga de Mérida, aunque "todo es mejorable", explica José Luis Rol, del Colegio Público Moctezuma de Cáceres.

Sobre las deficiencias del sistema en la región la implicación de los progenitores gana por goleada. "La educación sigue sin considerarse importante a nivel social, los centros no son simples contenedores, la sociedad debe ir a la par", apunta Remedios Tierno, directora del IES Barbara de Braganza de Badajoz. Tierno además cita un claro ejemplo: "todos los días veo coches en doble fila mientras los padres dejan a sus hijos en el colegio, ¿qué educación vial se está dando a los menores con este ejemplo? Nos contradecimos, y es porque no damos importancia a la educación". Este es uno de los factores más repetidos por los docentes como una de las causas del fracaso escolar. "Es necesaria una regulación legislativa", dice Tierno, que espera, como la mayoría, que se materialice con la nueva ley.

Este fracaso en la ESO supera en la región, con un 32,4%, dos puntos a la media nacional. Por estos datos el sistema merece el "suspenso" que Antonio Vera, docente de Primaria del colegio concertado Santa Teresa de Jesús de Badajoz, le da. "Son muchos los factores que influyen", entre los que destaca la poca implicación de las familias, la desmotivación de los estudiantes y la falta de compromiso de las administraciones, "que no llegan a tomarse en serio este problema y se usa como una herramienta política", critica Vera. "Cuando los padres no muestran interés por lo que sus hijos hacen en clase y por su evolución se refleja en los chavales", sentencia Luis Felipe Gragera, director del colegio concertado Nazaret, de Cáceres, que habla también de la sobreprotección del alumno en la sociedad actual.

Esta falta de interés, es inferior en los colegios rurales, según explica José Luis Talavera, maestro de 1º y 2º de Primaria en el Colegio Público Conquistadores de La Moheda de Gata. "Tenemos pocos alumnos, la atención es más personalizada y todos nos conocemos en el pueblo", dice. Talavera considera que un poco más de participación de los padres no estaría mal pero sobre todo cree que parte del fracaso viene de una política educativa que trajo la LOGSE. "Es un error que los niños con 11 o 12 años pasen al instituto donde tienen más autonomía". "El abandono escolar es un reto" y para paliarlo "se debería dar más impulso a la Formación Profesional" como fuente de "motivación", explica Félix Porras, director del Colegio San Miguel Pastor de Plasencia.

Bajo estas premisas los docentes tienen puestas esperanzas en la Ley de la Educación de Extremadura, una norma "ambiciosa" y "necesaria para adaptar la enseñanza a las nuevas exigencias", que esperan se pueda llegar a materializar tal y como se plantea.