El dolmen de Guadalperal, situado en el embalse de Valdecañas, será sometido a inspecciones periódicas para "garantizar su continuidad" una vez que las aguas vuelvan a cubrir este yacimiento.

El Grupo de Trabajo constituido para la conservación del dolmen de Guadalperal ha finalizado los trabajos de reconocimiento y estabilización del conjunto megalítico, antes de que las aguas vuelvan a cubrir el yacimiento.

A partir de ahora, la Junta de Extremadura y los ministerios de Cultura y Deporte, y para la Transición Ecológica realizarán un seguimiento periódico del estado del dolmen para determinar nuevas medidas de protección, que podrían contar con la intervención de arqueólogos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), según informa el Ejecutivo extremeño en nota de prensa.

Según explica, este pasado lunes, un equipo del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) integrado por un geólogo, un arqueólogo, una restauradora y un arquitecto, se desplazó a este dolmen para realizar catas de limpieza e intervenir sobre los ortostatos (bloques/losas verticales) con menor superficie de asiento, señalados en las visitas previas realizadas el 3 y el 10 de septiembre.

Este equipo ha constatado el "buen estado de la piedra" y ha reforzado la estructura para evitar el deslizamiento de los ortostatos, señala la Junta.

En concreto, la intervención ha consistido en la mejora de las bases de los ortostatos con sucesivas hiladas de ladrillo de tejar, un material que, por su geometría, permite la configuración de estructuras estables para paliar el posible deslizamiento de las piezas, y cuyo uso además no altera el conjunto y hace posible revertir fácilmente la actuación en el futuro, sin afectar al yacimiento.

Señala el Ejecutivo regional que el uso de sacos de arena se descartó, puesto que su utilización en labores similares realizadas en otros dólmenes sumergidos en embalses extremeños, como en el caso de Alqueva "no ofrecía las garantías de durabilidad y conservación necesarias".

Las catas han constatado el "papel estabilizador" de la costra que cubre la superficie de la piedra, que "ejerce de protección natural y evita así el deterioro de la estructura". El estado de la piedra se encuentra directamente ligado con su naturaleza litológica y no se han hallado alteraciones reseñables en los materiales cuarcíticos, mientras que el deterioro de los granitos y metagrauvacas es muy heterogéneo, con múltiples causas que requieren de tratamientos diferenciados.

Con el objetivo de explicar los trabajos de conservación realizados hasta ahora y las propuestas que se desarrollarán en el futuro, técnicos del grupo de trabajo se desplazarán en las próximas semanas a la zona para celebrar una jornada informativa abierta.