Don Benito se transformó ayer en un pequeño mundo multicolor gracias a la presencia de 800 inmigrantes procedentes de toda la geografía extremeña. Africa, Norteamérica, Suramérica, Centroamérica o Europa estaban representados en el primer Encuentro Intercultural de Personas Inmigrantes organizado por UGT.

Distintos motivos les trajeron un día a nuestra región. Sanaa Khribech, marroquí, que vive con sus padres y 4 hermanos en Almendralejo. Tiene 17 años y le gusta la región. "Llevo cuatro años en la región y vine porque mi padre estaba trabajando aquí". En otros casos fue la suerte la que determinó su residencia, como cuenta Samuel, que llegó de Camerún a Mérida. "Llevo 2 años en España y uno aquí. Me trajo la suerte". Y en los mismos términos se expresó Bijou, del Congo. "Fue la suerte la que trajo aquí. Me han acogido muy bien, la gente es muy agradable".

Fue un acto festivo pero también una jornada reivindicativa, como recordaron durante la inauguración la consejera de Bienestar Social, Leonor Flores, y los secretarios generales regional y nacional del sindicato, Miguel Bernal y Cándido Méndez. Todos ellos abogaron por la integración plena y sobre todo pusieron de manifiesto los derechos que como trabajadores tienen los 35.000 inmigrantes que residen en la región.

Coincidieron en considerarlos extremeños sin más, por estar residiendo y trabajando aquí. Pero como aclaró el presidente de la Asociación de inmigrantes Amebento de Don Benito, Fernando Paguay, "queremos el mismo trato que los autóctonos, no más ventajas ni desventajas, igualdad de oportunidades".

Por su parte, los representantes sindicales reivindicaron la creación de un gran pacto por la inmigración.