El número de donantes reales se ha incrementado un 25% en Extremadura en los últimos cuatro años, al pasar de los 24 que se registraron en 1999 a la treintena que se contabilizaron el pasado año, batiendo el récord de donaciones. A este dato positivo contribuye sin duda el hecho de que la negativa familiar se haya reducido de forma considerable, sobre todo el último año, cuando se redujo catorce puntos y se situó en el 24,3%, aunque todavía por encima del 19% de media en España.

Así lo ponen de manifiesto los datos registrados en la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y los publicados por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Junta. Sin embargo, este mayor índice de donaciones no disminuye la lista de personas que esperan el trasplante de un órgano, que en la actualidad rondan los 200 pacientes en la región, la gran mayoría de riñón, y en menor medida de hígado, páncreas y corazón. En España, casi 4.000 personas esperan un trasplante renal.

El pasado año se detectaron 51 donantes potenciales en Extremadura --con muerte cerebral--, de los que 11 fueron rechazados por consejo médico. De los 41 restantes, sólo diez familias rechazaron la donación, mientras que el resto quiso donar los órganos del fallecido.

Al margen de la menor negativa familiar a donar, el hecho de que el hospital de Mérida y el de Plasencia fueran autorizados para poder extraer ha provocado el incremento de donaciones durante los últimos meses.