Una donación múltiple de órganos hizo posible que tres extremeños abandonaran una situación crítica en menos de 24 horas. Además del primer trasplante hepático en la región, los órganos del extremeño de 45 años al que pertenecía el hígado que se implantó el pasado viernes, también han permitido realizar en menos de un día dos trasplantes de riñón, ambos en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz. El primero de ellos se llevó a cabo de forma casi simultánea con la intervención hepática, ya que se practicó en la misma jornada del viernes; mientras que el otro riñón se implantó en la mañana de ayer a otro enfermo en el mismo centro hospitalario.

Además de estos órganos los familiares del donante también cedieron el corazón, que fue trasladado a un centro de Madrid para otra intervención; los huesos, que permanecen en el hospital de Badajoz, y las córneas; "que se implantarán en el mismo hospital, probablemente a lo largo de la próxima semana", apunta Carlos Gómez, médico y gerente del área de salud de Badajoz.

El trasplante de hígado fue el más importante de la jornada, no solo por tratarse del primero que se practica en la sanidad extremeña, sino por las dificultades que entrañó la operación, en la que participaron 8 cirujanos de varias unidades del hospital, además de anestesistas, hematólogos, analistas y enfermeras. "Fue un equipo muy amplio que requirió de gran coordinación. Hubo una gran organización", destaca el responsable del área de salud pacense.

Y eso a pesar de que el estreno de la unidad se llevó a cabo con una intervención especialmente complicada ya que, según reconocía Gómez, "se han producido complicaciones en la extracción del hígado dañado, debido a las características anatómicas del órgano en este paciente, y eso ha prolongado la intervención más de lo habitual". Al demorarse tanto la intervención, el paciente requirió más transfusiones de sangre d elo habitual, "hasta 30 bolsas", señaló el facultativo, como una dificultad añadida.

En el transcurso de las 13 horas que duró la intervención, el equipo médico liderado por el jefe de la Unidad de Trasplantes Hepáticos, Guillermo Solórzano, se enfrentó a una serie de intervenciones en paralelo, entre ellas la de un niño de 13 años que ingresó en el Infanta Cristina con uns rotura de hígado como consecuencia de un accidente y que requirió de la actuación de algunos facultativos que estaban participando en el trasplante.

"El éxito del trasplante en una situación tan complicada como la del viernes permite afianzar el operativo" del hospital para estas intervenciones, destacó Carlos Gómez.