La policía internacional (Interpol) mantiene la orden de busca y captura en 171 países del empresario cacereño Joaquín Alviz --del que asegura que se encuentra en paradero desconocido-- por supuestos delitos de "fraude" y "crimen organizado" cometidos en El Salvador. Pero, a pesar de que EL PERIODICO EXTREMADURA consiguió descubrir el lugar en el que se encuentra, su domicilio en Cádiz, nadie del cuerpo de seguridad se ha interesado por contactar con él. Lo mismo ocurre con el empresario pacense, Antonio Martínez, que, según la Interpol en El Salvador también es buscado por todo el mundo por su relación con Alviz en una presunta trama de sobornos a altos cargos salvadoreños. Tampoco se ha interesado nadie por él en su municipio de residencia: Los Santos de Maimona.

Alviz, que como ya informó ayer este diario tiene varias resoluciones judiciales en las que se indica que la orden de busca y captura está anulada por la Corte Suprema de El Salvador, aseguró ayer que sus abogados preparan una demanda contra la Interpol que presentarán, posiblemente hoy, ante la Fiscalía Anticorrupción de la Audiencia Provincial de Cádiz.

Además, el empresario cacereño afirma que ha hablado con el comisario jefe de Cádiz para exponerle su caso, "y me dijo que no me preocupara por la orden". Pero hay más. Alviz insiste en que la orden no tiene validez, "si no, ¿cómo es posible que yo me mueva sin problemas por Panamá, Ecuador, Perú, Venezuela o Rumanía sin que pase nada?".

Todo lo que está ocurriendo, mantiene, se debe a "una trama del Estado salvadoreño contra mi persona y mi empresa por haber ganado el concurso de las inspecciones técnicas de vehículos de El Salvador". El expresidente salvadoreño, Francisco Flores, y dos de sus ministros, sostiene Alviz, son los que están detrás de todo, debido "a que intentan quedarse con el negocio de las ITV que nosotros ganamos lícitamente".

Amenazas de muerte, tiros con armas de guerra, intento de extorsión por parte del fiscal general de El Salvador... Alvíz denuncia que la persecución es constante. Mientras tanto, la Interpol mantiene su búsqueda por todo el mundo, al igual que la de Martínez, porque, aseguran los medios de comunicación de El Salvador, ambos están implicados en sobornos para hacerse con varios concursos amañados por valor de 150 millones de dólares.