Vender pañales y ‘potitos’ en algunos municipios extremeños, como Ruanes, Alcollarín y Cachorrilla, no tiene mucho sentido, pues por sus calles no se ven niños pequeños desde hace cuatro años. Tampoco parece lógico que haya establecimientos que vendan estos productos y otros muchos destinados a la población más pequeña en casi una decena de localidades, ya que en su censo de 2018 solo figura un niño menor de cuatro años.

Esta situación demográfica es el resultado de muchos factores, entre ellos el envejecimiento, especialmente si se tiene en cuenta que al menos uno de cada cuatro vecinos tiene más de 65 años en 240 localidades extremeñas. Lo refleja el último padrón oficial que el pasado viernes dio a conocer el Instituto de Estadística de Extremadura, con fichas de cada uno de los municipios de la comunidad.

En la región existen siete municipios sin niños menores de cuatro años: Campillo de Deleitosa, Cachorrilla, Descargamaría, El Carrascalejo, Ruanes, Alcollarín y Santa Marta de Magasca. A ellos se suman una decena de pueblos donde la posibilidad de ver a varios niños pequeños (de no más de cuatro años de edad) es casi imposible, pues sólo hay uno en cada uno de ellos, como en Capilla, Villamiel, Villasbuenas de Gata, Pedroso de Acim y Benquerencia, entre otros. En Cachorrilla, las personas con menos edad son dos jóvenes de entre 15 y 19 años; en Campillo de Deleitosa solo vive un joven de esta edad, y en Gargüera, el más joven del pueblo ya es veinteañero. Son solo algunos ejemplos.

Según el informe del último padrón oficial, y atendiendo al índice de maternidad, en el 64,5% de los municipios de Extremadura hay entre 10 y 20 niños de edades comprendidas entre los 0 y 4 años de edad por cada 100 mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años). La edad media de los habitantes de Extremadura en 2018 fue de 44,1 años, tres décimas más que el año anterior, 365 días más que la media nacional, que fue de 43,1 años. Los municipios más envejecidos en la provincia de Cáceres fueron Gargüera (68 años de media) y Campillo de Deleitosa (67,5), mientras que en la de Badajoz figuran Garlitos (56,8 años) y Valle de Matamoros (56,1).

Y es que en el 61,6% de los municipios extremeños al menos uno de cada cuatro habitantes tiene 65 o más años, por lo que son calificados como municipios «muy viejos», como Gargüera, con 75 personas de más de 65 años de edad por cada menor de 14 años, y Casares de las Hurdes, con 42 habitantes mayores 65 años por cada menor de 14 años. Por contra, los municipios con las edades medias más bajas fueron Talayuela (38,5 años) en la provincia de Cáceres, y Almendralejo (40,3 años) en Badajoz. En este sentido, los municipios con los índices de juventud (población de menos de 14 años entre población de más de 65) más elevados fueron Talayuela, Toril y Saucedilla.

La densidad de población de Extremadura se sitúa en casi 26 habitantes por kilómetro cuadrado, pero la densidad no es nada homogénea. Si en Calamonte hay 795 habitantes por kilómetro cuadrado, en Toril, Capilla, Alía, Portezuelo y Cachorrilla no llegan a dos habitantes por kilómetro cuadrado.