El mismo banco, Liberbank, la misma sucursal en Cáceres, con el mismo director, el mismo notario, abogado, hipoteca, los dos pisos adquiridos en el mismo bloque, en Casa Plata, pero dos sentencias distintas. Dos hermanos cacereños, de Deleitosa, han recibido dos fallos judiciales diferentes ante una misma demanda en la que exigían la anulación y devolución de las cláusulas suelos que no había contratado en sus hipotecas.

Uno de los fallos fue dictado ayer por la Audiencia Provincial de Alava, donde ahora vive uno de los hermanos, y el otro, el pasado febrero por parte de la Audiencia Provincial de Cáceres. En el primero, el máximo órgano judicial de la provincia alavesa, en segunda instancia, obliga a Liberbank a devolver a José Manuel Rubio 17.000 euros por los intereses cobrados con carácter reatroactivo por considerarlos "abusivos" y a asumir las costas del juicio. En la segunda sentencia, la Audiencia cacereña falla también a favor del demandante, Juan Carlos Rubio, por "falta de transparencia" de la entidad pero sólo le obliga a anular la cláusula suelo, no a devolver los 8.000 cobrados por esta, al 4,25% en ambos casos. ¿Existen dos justicias ante un mismo caso? La respuesta de José Manuel Rubio es que sí. "Depende del juez y del gobierno de cada sitio o si no que me lo expliquen", dice.

Argumentos discordantes

En el caso de la sentencia de Cáceres, el juez elimina la parte en la que se exigía el pago de los intereses influenciado por la sentencia que dictaminó el 9 de mayo el Tribunal Supremo en contra de BBVA, Nova Galicia y Cajamar, en la que se declaraban ilegales las cláusulas si su inclusión en los préstamos no eran claras. Y no está clara en la Audiencia de Cáceres, y sí en la de Alava, a juzgar por los dispares fallos. Si la entidad sigue el proceso como en el caso de Juan Carlos, la sentencia de José Manuel conocida ayer, también será recurrida al Supremo, con lo que la resolución final se alargará durante otros tres o cuatro años más, en los que los hermanos tendrán que seguir pagando esa cláusula suelo que los tribunales reconocen, mínimo, poco transparente.

Los hermanos, que hoy viven en Murgia (Alava) y Talavera de la Reina (Toledo), firmaron sus hipotecas en 2007, con pocos días de diferencia incluso, con la cláusula suelo al 4,25%, aunque a ninguno se les informó en el momento de la firma de dicha cláusula. Las dos sentencias distintas han sido el vaso que ha colmado la paciencia de estos extremeños, que avisan de que no se van a quedar a la espera de los recursos y planean encadenarse frente a la oficina principal de Caja Extremadura en Cáceres para denunciar el desamparo judicial. Esperan que la sentencia alavesa se extienda al resto de casos para evitar los abusos de las entidades bancarias, y de paso, denunciar el "atraco" de Liberbank también por las subordinadas que, sin saberlo, tenía contratadas la madre de ambos por valor de 8.000 euros. "Otro engaño más".

La sentencia alavesa es la primera en la que se aplica la retroactividad, según su abogado, Diego Zaballos, mientras que la dictada en Cáceres se suma a una lista de fallos favorables a los afectados, aunque no del todo. Prueba de ello es la última sentencia del Juzgado de Instrucción número 1 cacereño, que da la razón a doce usuarios de Adicae y en la que se condena a una entidad a eliminar la cláusula suelo de sus hipotecas. Con ese fin sigue trabajando este colectivo que está preparando otra demanda con decenas de afectados más, señaló ayer Adicae en una concentración realizada ante los juzgados de Cáceres para exigir celeridad a la justicia ante estas cláusulas "abusivas" que la mayoría de entidades se niegan a revisar voluntariamente.