Fuente de Cantos y Hornachos están de luto tras el fatídico accidente de tráfico ocurrido ayer en la N-630, en el kilómetro 690,200, a la altura de Calzadilla de los Barros, en el que fallecieron dos jóvenes y otros cinco resultaron heridos graves, según informó la Guardia Civil de Tráfico. Ocurrió a las 7.52 de la mañana, cuando un Volkswagen Touareg ocupado por dos jóvenes de Fuente de Cantos colisionó por detrás por alcance con un Renault Megane en el que viajaban cinco trabajadores agrícolas de Hornachos que se dirigían a la finca Las Cañadas, donde se dedicaban a la poda de viñas.

Los fallecidos son Daniel Antequera Torrado, de 19 años, que viajaba en el asiento del copiloto del Touareg, y uno de los trabajadores, Ismael Corvo Ponce, de 27 años, que iba sentado en la parte posterior del Megane con sus compañeros y recibió la peor parte. Según los primeros datos tomados en el lugar del suceso por los agentes, el accidente consistió en una colisión por alcance del Touareg al Megane cuando este último se disponía a entrar en un camino a la derecha de la vía para dirigirse a la finca. El fuerte impacto que presentaba el Megane en su parte posterior, totalmente aplastada, daba cuenta de la potencia del impacto. Cuando los servicios sanitarios llegaron al lugar del accidente, ya no pudieron hacer nada por salvar la vida de ninguno de los dos jóvenes.

En el percance hubo atrapados, por lo que se requirió la intervención de los bomberos de Zafra para su excarcelación. También intervinieron efectivos de Villafranca de los Barros.

En cuanto a los heridos, todos ellos estaban graves, según informó el Servicio Extremeño de Salud (SES). Al hospital de Zafra fueron trasladados tres jóvenes: uno de 22 años con traumatismo en la columna, otro de 23 años con trauma en el tórax y un tercero de 35 años con politraumatismos. Al Hospital de Llerena fueron derivados otros dos, uno de 38 años con fractura de cadera y fémur y otro de 22 con trauma en la cadera. Uno de los heridos de 22 años es el conductor del Touareg y, según contaban los testigos, tenía este coche desde el miércoles de la semana pasada.

Los vehículos quedaron convertidos en amasijos de hierro, separados entre sí unos 400 metros, lo que demostraba el alcance de la colisión. Entre los restos desperdigados quedaron herramientas del campo, como tijeras de podar. Ignacio Díez, dueño de la finca, se acercó al lugar de la tragedia. Los trabajadores llevan 4 años haciendo el mismo camino y nunca habían sufrido ningún percance.

El destacamento de Tráfico de Zafra realiza las diligencias y el Juzgado de Instrucción de esta misma localidad instruirá el caso. No se descarta ninguna hipótesis.