Dos de cada tres hogares extremeños tienen dificultades para llegar a fin de mes y casi la mitad no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Son dos conclusiones que destacan de la Encuesta de Condiciones de Vida con datos definitivos del año 2010, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística, aunque la situación parece mejorar a tenor de los indicadores provisionales de este año. Mientras el 2011 se cierra, lo cierto es que con índices confirmados, la renta de los extremeños sigue siendo la más baja del país, con unos ingresos medios por persona de 7.245 euros, 2.500 menos que la media nacional, y que casi la mitad de la población extremeña (el 44% en concreto) manifiesta que no puede irse de vacacional al menos una semana al año y no poder hacer frente a gastos imprevistos, indicador este último que era del 28% antes de iniciarse la crisis, lo que da muestras de las consecuencias de la recesión económica.

En este sentido, analizando la evolución de los problemas económicos de los hogares extremeños, la encuesta demuestra que del 2007 al 2010 el porcentaje de hogares que aseguran tener mucha dificultad para llegar a fin de mes ha pasado del 7,2% al 12,4%; mientras que ha disminuido algo aquellos que dicen pasar alguna dificultad. La situación es inversa si se habla de holgura a la hora de cubrir las necesidades económicas mensuales, ya que justo antes de iniciarse la crisis casi uno de cada cuatro viviendas tenía cierta facilitad para hacerlo, cuando se cerró el pasado año eran una de cada cinco.

En cualquier caso, hay que destacar también que la renta anual neta media ha caído durante la crisis tanto en relación a los hogares como por habitante, situándose en 19.858 euros en el caso de los hogares y los mencionados 7.245 por persona, según la información proporcionada ayer por el INE y que desglosa por regiones los datos correspondientes al año 2009. Son 6.200 y 2.500 euros menos, respectivamente, que la media española.

A la hora de registrar la renta disponible del hogar, el INE contabiliza los ingresos derivados del trabajo por cuenta ajena, beneficios o pérdidas del trabajo por cuenta propia, prestaciones sociales, rentas procedentes de pensiones no relacionadas con el trabajo, las relativas al capital y a la propiedad, transferencias entre otros hogares, ingresos percibidos por menores y el resultado de la declaración por el IRPF y por el impuesto sobre el patrimonio.

2011 APUNTA MEJOR

Sin embargo, los índices provisionales de este año facilitados por el INE vislumbran una mejoría, dado que son datos más positivos incluso que antes de iniciarse la recesión económica. Un ejemplo, según estas cifras avanzadas (sin ser las definitivas), el porcentaje de hogares que dicen tener dificultades para llegar a fin de mes pasa del 66% del 2010 a casi el 54% de este año, mientras más del 45% dicen tener facilidades para afrontar todos los gastos del mes, 12 puntos por encima de la tasa definitiva del pasado año.

Además, a nivel nacional y sin tener la información detallada por comunidades autónomas, avanza que los ingresos medios anuales por hogar español se situaron el pasado año en 24.890 euros, lo que supone una disminución respecto al ejercicio anterior de un 4,4 %; y el ingreso medio por persona alcanzó los 9.371 euros, cifra un 3,8 % inferior a la registrada en el 2009.

Conviene aclarar que la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011 se realizó entre los meses de marzo y junio, pero los datos definitivos no se conocerán hasta dentro de un año, por lo que datos utilizados para elaborar estos resultados provisionales no han sido depurados en su totalidad.

De ahí que sean más fiables los relativos al año 2010, ya cerrados. Esta encuesta es una operación estadística anual dirigida a hogares que se realiza en todos los países de la Unión Europea. El objetivo principal de la encuesta es proporcionar información sobre la renta, el nivel y composición de la pobreza y la exclusión social en España y permitir la realización de comparaciones con otros países de la Unión Europea. Para ello, está diseñada para obtener información sobre la situación económica de los hogares, pobreza, carencias, protección social e igualdad de trato; empleo y actividad; jubilaciones, pensiones y situación socioeconómica de las personas mayores; vivienda y costes asociados a la misma, desarrollo regional; y nivel de formación, salud y efectos de ambos sobre la condición socioeconómica.