Responder al teléfono, atender a los clientes, apuntar pedidos y, sobre todo, vender roscones de Reyes. Es difícil encontar un hueco para hablar con un pastelero el día 5 de enero, pero el dueño de una de las dos pastelerías Auri de Cáceres, Isaac Montero, lo encontró ayer para confirmar a EL PERIODICO el éxito, un año más, de los tradicionales roscones de Reyes. "No puedo comparar las ventas con años anteriores (porque abrimos hace unos meses), pero sí puedo decir que llevamos un día agotador", aseguró sonriente.

Como en muchas pastelerías, tiendas y supermercados de la región, fueron muchos los extremeños que se acercaron ayer al establecimiento de Isaac en busca del tradicional y dulce broche final de las Navidades. Hoy también se esperan muchas ventas, por lo que el hostelero prefiere esperar a que termine para hacer balance. "Pero en ya podemos llevar más de un centenar de roscones vendidos", estima.

Dos de ellos son los que compró María Eugenia García y que planeaba compartir con su familia ayer mismo. Y en dos también, curiosamente, los clientes de Auri encontrarán, aparte del tradicional regalo, vales por un anillo de oro. Es una de las anécdotas que rodean al tradicional roscón, el único alimento junto con los huevos de chocolate, que logró salvarse de la normativa aprobada el año pasado por la Unión Europea que prohíbe insertar juguetes en los alimentos y del que, por tanto, un año pueden disfrutar los extremeños.