El presidente de la Comisión Europea (CE), el portugués José Manuel Durao Barroso, trasladó ayer al presidente de la Junta, José Antonio Monago, su compresión respecto a la importancia que tiene para Extremadura, para España y para Portugal el proyecto del corredor ferroviario de mercancías entre París y el puerto luso de Sines (conocido como Corredor Central o Eje 16, y que pasaría por Badajoz).
Los dos dirigentes políticos se reunieron ayer en Bruselas con motivo de la asistencia de Monago a la reunión del Comité de las Regiones de la UE. Durante el encuentro, el presidente extremeño expuso que el Eje 16 es una iniciativa vital para el desarrollo económico, industrial y comercial de la península, y en especial para Extremadura.
Durao Barroso, que no quiso comprometerse a respaldar públicamente el proyecto, sí recordó que fue él quien firmó con el expresidente del Gobierno José María Aznar el acuerdo bilateral para impulsarlo, en la cumbre celebrada en Figueira da Foz en el 2003. El próximo día 19 la CE dará a conocer qué proyectos de infraestructuras incluye como prioritarios en su planificación 2014-2020 de la Red Transeuropea de Transportes, que cuenta con un presupuesto de 31.000 millones de euros para financiar este tipo de iniciativas.
GARANTÍAS AL CAMPO
Monago también ha trasladado al dirigente comunitario su preocupación por la reforma de la Política Agraria Común (PAC). La nueva propuesta de la CE se hará pública mañana, pero los borradores filtrados no han gustado ni en Extremadura ni en el resto de España. En este sentido, el presidente de la Junta abogó ayer por que las instituciones europeas garanticen unas ayudas mínimas a los agricultores españoles para protegerlos de las fluctuaciones de precios. "Es importante porque los agricultores juegan un papel fundamental para fijar población" en las zonas rurales, reseñó Monago. Ambos mandatarios mantuvieron, tras la reunión, un almuerzo con el resto de presidentes autonómicos que asisten al pleno del Comité de las Regiones. Monago insistió en potenciar "los productos de dentro de la UE" porque ofrecen mejores "condiciones de trazabilidad y seguridad".
