Steven Sodebergh sintetiza la andadura de Ernesto Che Guevara a partir de tres momentos cruciales. Para Soderbergh se trata de un solo filme (de cuatro horas y media de duración), pero exigencias de la distribución le han llevado a dividirlo en dos. ´Che, el argentino´ se centra en la victoriosa campaña cubana e intercala imágenes, rodadas en blanco y negro, de la comparecencia del Che en Nueva York y su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1964. El planteamiento de Soderbergh nada tiene que ver con el biopic tradicional. Prefiere mostrar tan solo fragmentos, a veces casi bocetos, del personaje en su hábitat natural: la guerrilla. Esta primera parte carece de todo sentimiento épico pese a que relata una victoria. A Soderbergh le fascina la figura del Che, pero su película no tiene nada de devota, hagiobiográfica o tópica. QUIM CASAS