La Conferencia de la ONU sobre el cambio climático, La COP25 es ya historia, y sus resultados nos dejan un sabor agridulce. Los delegados de los casi 200 países participantes no han logrado compromisos firmes para reducir los gases de efecto invernadero, no obstante, se ha visualizado a nivel global el valor de la ciencia y la exigencia de un cambio de modelo productivo y de consumo.

Coincidiendo con esta marea de concienciación de lucha contra el cambio climático es importante hablar de Ecodiseño, una línea de investigación que persigue crear productos y servicios sostenibles, que minimicen el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del producto. Y es que se estima que más del 80% de los impactos ambientales de cualquier producto están prefijados desde su etapa de diseño.

Lorenzo García Moruno, investigador y coordinador del Grupo de Investigación INNOVA (Diseño, Sostenibilidad y Valor Añadido) de la Universidad de Extremadura, siempre ha preferido la investigación aplicada, buscando finalidades prácticas y estando cerca del sector productivo y cree que “en Extremadura hay muchos productos que podrían incorporar un valor añadido gracias a la investigación. Este proceso es más fácil de lo que pudiera parecer inicialmente. Como profesor en el Grado de Diseño Industrial del Centro Universitario de Mérida, se ven diariamente un constante aluvión de magníficas ideas que, sin duda tendrían, y tienen en muchos casos, una muy buena acogida en el mercado. Estos elementos diferenciadores pueden hacer que un producto destaque en un punto de venta o al ser utilizado por el consumidor. Además, la innovación en diseño o rediseño suele ser rentable: mejores envases, optimización de procesos productivos, apertura de nuevos mercados, disminución de costes, etcétera”.

La sociedad es cada día más exigente con el cuidado del medioambiente y es consciente de que nos queda poco tiempo de reacción, tal y como se ha reflejado en la COP25 y viralizado a través del lema utilizado ‘Tiempo de actuar’, por ello el ecodiseño se ha convertido en una necesidad y, a la vez, en una gran herramienta para las empresas.

En este sentido Lorenzo manifiesta como “la exploración de nuevas ideas es fundamental para el desarrollo y avance de las empresas y la sociedad en general”, otra de sus máximas es intentar que la investigación aporte soluciones a necesidades reales y así afirma que “para las empresas es muy importante que sus productos se diferencien positivamente en el mercado, deben captar las necesidades de los clientes y proponer soluciones atractivas e innovadoras. Nuestras investigaciones buscan criterios de diseño y sostenibilidad para intentar proporcionar ese valor añadido en Extremadura. Si la comercialización se realizase desde la región con el producto terminado y preparado para la venta, se ayudaría a dinamizar la economía y crear nuevos puestos de trabajo. Por ejemplo, la implementación de una marca o distintivo de ecodiseño en productos de la región, basada en protocolos y requisitos técnicos, sería una probable buena herramienta para conquistar nuevos nichos de mercado”

Por otro lado, el tratamiento del paisaje que se realiza desde el grupo de investigación permite llevar la innovación al sector turístico de la región, en concreto cree necesario que “en Extremadura hay que impulsar la desestacionalización y favorecer la disponibilidad a pagar por estos recursos a lo largo de todo el año, de tal manera que aparezcan productos emergentes relacionados con el turismo rural, natural y cultural. Existen muchos destinos turísticos que deben estar continuamente mejorando y renovándose. Un proceso de revalorización necesita investigación para identificar los puntos de mejora, oportunidades y recursos de alto potencial”

EL grupo de investigación INNOVA se constituye en el año 2006 formando parte del catálogo de equipos de trabajo de la Universidad de Extremadura, siendo su objetivo principal el de proporcionar valor añadido a los proyectos de ingeniería incorporando y desarrollando en ellos el diseño y la sostenibilidad.

Y se pueden destacar dos líneas principales de investigación, siendo el nexo conceptual de ambas el diseño de preferencia o diseño que considera la reacción de las personas antes el uso o disfrute de un producto. La primera línea está relacionada con el impacto de los proyectos de ingeniería en el paisaje y la segunda aborda el diseño y desarrollo de productos industriales resolviendo problemas de funcionalidad, sostenibilidad y ergonomía.

Este reportaje se publica gracias al proyecto Oficina para la Innovación de Extremadura, financiado por la Secretaría General de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad de la Junta de Extremadura y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la UE (“Una Forma de Hacer Europa”) al 80%, y gestionado por FUNDECYT Parque Científico y Tecnológico de Extremadura.