Los ecologistas lo tienen claro: ellos vuelven a ganar la batalla aunque el complejo Marina Isla de Valdecañas todavía siga en pie. Tras las dos sentencias que les dieron la razón y ordenaron el derribo del resort turístico, el último espaldarazo es el informe que ha emitido la Estación Biológica de Doñana sobre el impacto ambiental que tiene esta construcción en ese entorno natural.

«Es un contundente informe que demuestra que la mejor opción para la conservación de la biodiversidad de la zona es la demolición del complejo urbanístico», destacan desde Ecologistas en Acción. El coordinador regional de esta organización, Ángel Garcia Calle, insistió ayer en una rueda de prensa en que la mejor solución para la isla es su «desmantelamiento» y aseguró que las conclusiones del trabajo pericial son un «fortísimo varapalo» tanto para la Junta como para los propietarios de las construcciones levantadas en la isla cacereña.

A su juicio, los expertos de Doñanan «tiran por tierra» los argumentos vienen defendiendo los partidarios de mantener el complejo turístico: «están empeñados en intentar demostrar que la demolición es más perjudicial para el medioambiente que el mantenimiento de las construcciones y su uso». Destaca, además, que el mismo informe afirma que los argumentos de la Junta para tratar de mostrar los perjuicios que tendría devolver ese espacio al estado anterio al comienzo de las obras «no tienen ninguna razón de ser».

Junto a García Calle, también compareció ayer en Mérida la abogada de Adenex, Mª Ángeles López, quien subrayó que aunque aún trabajan sobre el informe recibido (que consta de casi 1.100 páginas) la conclusión es clara: «entre mantenerlo o derribarlo, se decanta claramente por su derribo porque su impacto en el entorno sería del 1%, nada comparable con lo que supondría mantenerlo». Aun así, reconoce que devolver el espacio a su estado original «no merece la pena porque el impacto sería muy grande», por lo que la apuesta de los expertos es «devolverlo a un estado natural no habitable», reseñó la letrada de Adenex.

MARCHA POR EL DERRIBO / Junto a ellos también compareció Paca Blanco, conocida activista de Ecologistas en Acción que abandonó la localidad de El Gordo tras -como asegura- las presiones recibidas precisamente por denunciar este complejo. Ella anunció que la próxima primavera se celebrará una marcha, «como una especie de romería», para exigir la demolición del complejo y que la zona vuelva a su estado natural.

La celebración que escenificaron los ecologistas en la rueda de prensa contrasta con la cautela que quiere mostrar otra de las partes en conflicto, la Junta.

El presidente del Ejecutivo regional, Guillermo Fernández Vara, defendió ayer que la Junta presentará alegaciones (hay de plazo hasta el 15 de marzo) al informe de la Estación Biológica de Doñana que irán encaminadas hacia lo que a él le parece «necesario y justo». A preguntas de los periodistas, mostró su respeto por el trabajo científico, pero aclaró que en él se pueden distinguir dos partes, una de evidencia científica y otra de opiniones. Además, añadió que este tipo de documentos periciales «deben incorporar evidencias científicas más que opiniones», que «son respetables en cualquier caso». No obstante, el presidente de la Junta subrayó que es una decisión que tienen que tomar finalmente los tribunales y que él tiene un «enorme respeto» por la justicia. Será por tanto el TSJEx el que determinará el peso que tendrá este controvertido informe del CSIC en su decisión que, ahora sí, será final.