Ecologistas en Acción dio ayer un nuevo giro a su planteamiento sobre el informe de calidad del aire que situaba a Extremadura como la segunda región española donde más población sufría los efectos de la contaminación y rectificó la rectificación , culpando ahora a la Junta de aportar datos desajustados que provocaron la confusión.

Si el miércoles el coordinador del estudio ecologista, Francisco Segura, reconocía que en la elaboración de las conclusiones se manejaron los datos de manera errónea y se dio una impresión no real de la situación, ayer el portavoz de energía de Ecologistas en Acción, Ladislao Martínez, rechazaba rectificar, tal y como le había pedido el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y achacaba la mala interpretación a que el Gobierno regional no informó de las zonas en las que había tomado muestras la unidad móvil que mide la calidad del aire en la provincia de Badajoz.

El meollo de la cuestión está en que Ecologistas en Acción, al recoger los datos de esta móvil y ver que las mediciones superaron en 39 ocasiones en un año --el máximo legal es 34-- los límites fijados para partículas en suspensión, extrapoló los datos a todas y cada una de las 150 poblaciones de la provincia, concluyendo que en todos los pueblos se había superado la contaminación permitida, sin discriminar dónde se midió, cuántas veces y cuántas de esas veces se superaron realmente los límites. Esto daba un resultado paradójico: hasta en el pueblo más pequeño de Badajoz se respiraba aire polucionado, pero no así en las ciudades de Mérida y Badajoz.

Otra cuestión abordada por Martínez fue que el estudio rechazaba comparaciones, así que acusó a quien hacía comparaciones entre regiones de "descontextualizar los datos", cuando lo cierto es que al final del propio informe se incluye una tabla comparativa entre regiones.