Más de medio centenar de activistas de distintas organizaciones ecologistas se concentraron ayer, con motivo del Día Extremadura, ante la Central Nuclear de Almaraz para reclamar el cierre de la planta por considerla peligrosa.

El portavoz de la central de Almaraz, Pedro Ayala, declaró a Efe que la planta "funciona perfectamente y está entre las mejores del mundo", añadiendo que "para nada es insegura ni está desactualizada". Además, destacó que la generación de electricidad a través de la energía nuclear es un proceso que no entraña contaminación.

A la movilización, organizada por Greenpeace, Ecologistas en Acción, Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz y la Asociación para la Defensa de la Naturaleza en Extremadura (Adenex), asistieron el coordinador regional de IU, Víctor Casco, y otros representantes de la coalición.

Los asistentes se congregaron en la estación de autobuses de Navalmoral de la Mata, desde donde partieron a Almaraz para concentrarse en la vía pecuaria de uso público que se encuentra delante de la puerta de la planta.

Tras realizar un simulacro de accidente radiactivo con unos simbólicos bidones de residuos, se leyó un comunicado en el que se critica que pese a que la mayoría de los españoles rechazan la energía nuclear, la empresa propietaria mayoritaria de la planta (Iberdrola) y entidades financiadas por ella, como el Foro Nuclear, estén promoviendo una "campaña mediática y de presión" para evitar el cierre.

LAS MAS PELIGROSAS Los ecologistas piden al Gobierno que ponga en marcha un plan de abandono progresivo pero urgente de las nucleares, "empezando inmediatamente con el de las más viejas y peligrosas: Zorita, Garoña y Almaraz".

Además, exigen que se agilicen las medidas para garantizar el cierre de Almaraz en el plazo de explotación que le concedió el Consejo de Seguridad Nuclear, el 2010 "o mejor antes"; y que se apoye de forma decidida el uso de las energías alternativas, en especial la solar térmica y la solar fotovoltaica conectada a red.

Según informó a Efe el representante de Ecologistas en Acción Pablo Ramos, la concentración se celebró sin incidentes, aunque criticó el amplio despliegue de guardias civiles y policías antidisturbios en torno a la central, un dispositivo de seguridad que "tenemos que pagar entre todos", lamentó, a pesar de que la propietaria de la central gana "cientos de millones al día".

El coordinador de Ecologistas en Acción consideró también lamentable, aunque "justificado ante la amenaza terrorista", la gran inversión pública que tiene que realizar ahora el Ministerio de Defensa para proteger las instalaciones nucleares, lo que a su juicio pone aún más de relieve el peligro que conllevan.

Tras la concentración, los activistas pasearon alrededor del Embalse de Arrocampo, donde, según Ramos, pudieron comprobar los efectos de los residuos radiactivos que soporta.