Cuando la locomotora de Europa estaba enferma, el paro alcanzaba cotas preocupantes y tres millones de hogares alemanes se encontraban excesivamente endeudados, la economía doméstica fue asignatura en algunos centros de enseñanza. Diez años atrás, cuando el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder inició su política de recortes sociales que le costó el cargo, alumnos de 15 años aprendían a no vivir por encima de sus posibilidades. Los jóvenes eran instruidos sobre la necesidad de controlar el gasto y se les recordaba que los créditos tenían que devolverse. Aprendían, en definitiva, lecciones de austeridad.

Ahora que la locomotora europea vuelve a avanzar a buen ritmo --como ha confirmado el Bundesbank en su reciente informe-- preocupa la reducción de la clase media, que ha pasado del 65% al 58% de la población en los últimos 15 años. Los expertos creen preocupante que cada vez sea más difícil el acceso a las capas medias y que la riqueza en Alemania esté repartida de forma desigual.