Emoción y mucho dolor en los dos funerales por las dos víctimas del accidente ocurrido el lunes al chocar un camión dumper y un tren en el término municipal de Carmonita (Badajoz). Eduardo Durán Cidoncha, de 25 años, el conductor del camión, recibió sepultura en su pueblo natal, La Garrovilla, donde su familia fue arropada por la mayoría de los vecinos y también de compañeros de trabajo que están en las obras del AVE que se construyen en el lugar del suceso. Además, hasta allí se desplazó la subdelegada del Gobierno en Badajoz y el alcalde de Mérida, Angel Calle, que dió clases a la mujer del fallecido.

Eduardo Durán trabajaba en la empresa que realiza las obras del AVE en el tramo siniestrado desde hacía años. Su cuñado es uno de los encargados. Vivió en La Garrovilla hasta que se casó hace dos años. Su mujer también vivió en este municipio y se trasladaron a Mérida tras la boda, donde vive el padre de ella. Tenían un niño de 18 meses, Fabio. Sus padres y su única hermana, mayor que él, estaban muy conmocionados.

También recibió un masivo apoyo la familia de Olga Núñez del Viejo, la joven emeritense de 19 años que viajaba en el tren siniestrado y cuyo funeral tuvo lugar ayer en el tanatorio de la capital extremeña. La mayoría de los presentes no se explicaban lo ocurrido y achacan a la mala suerte la muerte de la joven. Calle también acudió a este sepelio, ya que le une una amistad con los padres de la chica, y hasta el lugar se acercó también la delegada del Gobierno, Carmen Pereira.

Las muestras de dolor eran visibles sobre todo entre los amigos de la joven, hija única del matrimonio, muchos de los cuales acudieron al tanatorio para dar el último adiós a Olga.

Además de en La Garrovilla y Mérida (donde se suspendió el tradicional acto de izado de banderas por el Día de Extremadura), el luto también está presente en Carmonita, en cuyas cercanías ocurrió todo. Tal es así que el pleno del ayuntamiento acordó ayer dos días de luto oficial (ayer y hoy).