Los interinos ya no podrán renunciar a una plaza y abandonarla de forma inmediata o no incorporarse. Educación y los sindicatos coinciden en que es necesario poner límites a la avalancha de rechazos a vacantes desde el inicio del curso que está complicando el inicio de la actividad en algunos centros. Ese problema era el tema central de la mesa sectorial convocada ayer donde se anunció la solución que se aplicará esta misma semana o la próxima a más tardar: habrá un plazo de 24 horas para solicitar a Educación la renuncia amparándose en alguna de las causas que regula el decreto de interinos y hasta que esta no se resuelva no podrá abandonar su puesto de trabajo. La decisión, que se publicará previsiblemente hoy mismo a través de una instrucción, acota la práctica que se había instaurado este curso y por la que se han registrado más de 300 renuncias a vacantes y sustituciones.

El problema se ha visto alimentado por dos circunstancias. La primera, el nuevo sistema telemático de llamamientos implantado para ganar en agilidad y transparencia. Los aspirantes pueden ver ahora las plazas disponibles y su posición en la lista e intuir a cuáles pueden optar. Por otro lado, la ambigüedad del propio decreto, que permite a los interinos renunciar una plaza de media jornada o itinerante, sin ninguna definir si hay penalización (la mayoría, de las consideradas voluntarias, vacantes en centros específicos, o programas como el REMA…). La unión de ambas cuestiones ha alimentado la sangría de renuncias.

«Lo que se va a hacer es, con carácter inmediato, endurecer las condiciones de aceptación de las renuncias», anunció ayer el secretario general de Educación, Manuel Cruz, que afirmó que habrá que ser «riguroso a la hora de aceptar las renuncias y esto nos va a permitir de una vez por todas que se cubran las vacantes y se pueda garantizar el derecho a la educación y el derecho a la escolarización obligatoria».

Lo que hará la Junta es aplicar la Ley de Procedimiento Administrativo para salvar la ambigüedad del decreto, y esta establece que cuando un ciudadano solicita algo, debe esperar respuesta de la administración. «No se va a dar por válido que se renuncie y que sin esperar respuesta no se incorpore a su puesto», aseveró.

Desde el inicio del curso se ha instaurado la práctica por la que los interinos que accedían a vacantes consideradas voluntarias renunciaban ante la posibilidad de optar a una mejor y no se incorporaban a su puesto de trabajo. Lo que obligaba a buscar a otro candidato y retrasaba que se ocupara esa plaza. Ahora se podrá renunciar, pero habrá que expresarlo por escrito, alegando alguna de las causas contempladas e incorporarse hasta que Educación resuelva si acepta o no la renuncia motivada. Entre las causas, además de baja médica, hijo menor de 3 años o un contrato de más de 6 meses en un centro privado, también se incluyen que sea una vacante a tiempo parcial o itinerante. Esto último es lo que está motivando muchas de las renuncias ahora y se quiere atajar. Se podrían rechazar estas renuncias o penalizarlas de algún modo, por ejemplo impidiendo que quien haga uso de ellas ocupe de nuevo el mismo lugar en la lista como ahora.

Fallos del nuevo sistema / Los sindicatos reclaman de forma unánime que se inicie la actualización del decreto de interinos.

«De entrada nos parece bien que la Administración tome cartas en el asunto, pero la solución a este problema pasa obligatoriamente por convocar la mesa de negociación para mejorar el decreto de interinidades, adaptándolo a las necesidades de los interinos docentes y de gestión de la Administración», señala Alfredo Aranda, de PIDE.

«La mayoría de las renuncias son para vacantes de media jornada y llevamos un tiempo denunciando que la precarización lleva a estas situaciones, porque tienen expectativas de que pueden optar a una plaza mejor y renuncian», señala Mercedes Barrado, de CSIF. Dice que el ajuste «era necesario para no perjudicar ni al interino ni al alumno».

Francisco Manuel Jiménez, de CCOO, recuerda que su sindicato «ya avisó» en septiembre de los problemas que se podían dar. «No entiendo cómo no se ha aplicado hasta ahora», señala.

Por su parte desde UGT reconocen que aunque el nuevo sistema telemático ha ganado en agilidad, «cuando no estaba, los aspirantes no conocían las plazas que había y aceptaban las que les ofrecían, pero con el nuevo sistema, más transparente, la rechazan porque ven que pueden optar a una mejor».

Antonio Vera, de ANPE, por su parte, recordó que «hay centros que no tiene profesor desde el inicio del curso» por renuncias y que «había que poner solución» por eso valora que se acoten las renuncias y que solventen «las lagunas del sistema telemático».

SOBRE LA MESA / El orden del día incluía ayer además otras cuestiones de debate que se quedaron sobre la mesa a petición de los sindicatos, que no habían recibido toda la documentación necesaria. Para abordarlos se ha fijado otra mesa sectorial la próxima semana. Entre las cuestiones, los concursos de traslado y las comisiones de servicio de los inspectores accidentales.