El calor aprieta y los alumnos y docentes extremeños superan en clase condiciones que, según el real decreto 486/1997, no garantizan las condiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo (solo están garantizadas por debajo de 27 grados). Por este motivo, y ante la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología que advierte de temperaturas extremas durante esta semana, el sindicato CSI-F ha pedido a la Consejería de Educación que tome medidas excepcionales contra el exceso de calor. La semana pasada solicitó por escrito al secretario general de Educación que reduzca la jornada lectiva, es decir, que los alumnos puedan salir antes de clase.

Porque los centros educativos extremeños son de los pocos edificios públicos sin aire acondicionado, «apenas habrá estancias que tengan algún ventilador», lo que hace más insoportable las altas temperaturas especialmente en las horas centrales del día y en espacios compartidos por más de una veintena de personas. Y todavía quedan díez días para las vacaciones escolares, que no comienzan hasta el próximo 22 de junio. En Sevilla, medio centenar de alumnos se han plantado en un colegio en bañador para pedir climatización y el debate llegó incluso la semana pasada al Parlamento de Andalucía, donde se comprometieron a estudiar medidas con los ayuntamientos y las asociaciones de madres y padres para mitigar las altas temperaturas.

PROBLEMAS / En Extremadura, por ahora, la Consejería de Educación es consciente del problema, sin embargo no plantea medidas excepcionales. Argumenta que la propuesta de CSI-F traería consecuencias negativas para la conciliación de la vida familiar. «A una familia cuyos progenitores trabajan se les crearía un problema si su hijo vuelve a casa una o dos horas antes de lo habitual», señalan desde la consejería. Pero además, habría más damnificados. Las empresas de cátering y las encargadas del transporte escolar también prodrían tener problemas con esta «decisión precipitada». «Fundamentalmente se les crearía un problema a las empresas de transporte, que no dedican sus vehículos solo al transporte escolar, sino que complementan con otros servicios. Adelantar el regreso les supondría un perjuicio. Además, no estaríamos cumpliendo los contratos establecidos con ellos», prosiguen desde la administración educativa.

Por todo ello, Educación señala que ante el poco tiempo que falta para las vacaciones escolares y los posibles problemas, «es más prudente mantener el horario». E insiste, «esta ola de calor en estas fechas es excepcional. No se puede asegurar que vaya a ser igual el próximo año».

No obstante, la consejería recuerda que los directores y directoras de los centros educativos, «en el ejercicio de sus competencias, pueden organizar sus actividades docentes no utilizando las aulas más calurosas, sustituyéndolas por otros espacios más frescos». En el caso de los alumnos más pequeños, además, les autoriza a «acortar los tiempos escolares siempre de acuerdo con las familias».

Precisamente para evitar problemas de conciliación o con los servicios contratados por la administración, desde el sindicato CSI-F piden que se regule de una vez en el próximo calendario escolar medidas frente al calor. «Porque las situaciones excepcionales requieren de medidas excepcionales, pero es que además estas olas de calor son cada vez menos excepcionales y más habituales», explica Mercedes Barrado, responsable del sindicato.

Se trata de una reivindicación histórica de los centros educativos y también de muchos progenitores. «Preocupados estamos, pero lógicamente sacar a los niños antes de clase traería problemas de conciliación. Ojalá pudiéramos tener aire en todos los centros, pero como no es así, al menos que se intente mitigar el calor cambiando de aulas y haciendo actividades lúdicas, incluso con agua», señala Joaquín León, el presidente de la federación de Ampas extremeñas (Freapa).