La Consejería de Educación considerará la supuesta agresión a dos profesores de Navalmoral de la Mata como un delito contra funcionarios públicos con la puesta en marcha de un protocolo de actuación rápida en el colegio Campo Arañuelo.

El director general de Política Educativa de la Junta de Extremadura, Felipe Gómez Valhondo, afirmó ayer que la Consejería de Educación se encuentra "en una situación inmejorable para atajar estas actuaciones que se producen de forma incontrolada", informa Efe. La consejera de Educación, Eva María Pérez, que telefoneó al director del centro tras conocer los hechos, informó que los dos docentes dispondrán de asistencia jurídica.

El claustro de profesores del centro, reunido ayer, exigió a la Junta de Extremadura que ponga en marcha el Plan de Convivencia Regional y el Acuerdo del Compromiso Social por la Convivencia firmado entre la Administración y los sindicatos, que debería haber entrado en vigor en enero. El personal docente exigió "la adopción de las medidas cautelares que fueran necesarias", protección y asistencia jurídica al profesorado, así como "la rápida intervención del Servicio de Inspección". El claustro también pidió a la Consejería de Educación que inste "al Fiscal General de Extremadura para que considere las agresiones a los docentes en el desempeño de sus funciones, como una agresión a funcionario público".

El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Aurelio Blanco, se comprometió el pasado 22 de noviembre con las consejeras de Educación y de Presidencia a ordenar la intervención del Ministerio Fiscal como parte en todos los casos en los que se produzcan agresiones a docentes, "tanto en las que sean constitutivas de delito, como en las que lo sean de falta".

SIN ESCOLARIZAR Mientras se suceden las reacciones a la supuesta agresión, el alumno de 7 años de edad que dio origen al incidente continúa sin asistir al colegio. Su madre y su abuela, Diorlin Aimara y Marta, respectivamente, pidieron ayer al Fiscal de Menores que abra una investigación en el colegio para comprobar si el niño fue agredido por dos profesores.

La familia del menor intentó ayer, sin éxito, tramitar un cambio de expediente académico y afirmó que el niño no volverá a clase hasta que le sea asignado un nuevo centro educativo. Su madre insistió ayer en que el niño fue agredido por dos profesores que le zarandearon de un lado a otro, "uno cogiéndole por el cuello y el otro de la camisa".

Las dos mujeres reconocieron, como hiciera el director del centro el día anterior, que tanto ellas como los docentes subieron el tono de voz y que se intercambiaron voces, pero negaron haber protagonizado ninguna agresión a los dos maestros. Según su versión, el director llamó "mentiroso compulsivo" al niño en medio de fuertes insultos y con tono amenazante. La madre y la abuela pidieron a los docentes que llamasen al niño con el que supuestamente se enfrentó y que le pudo provocar las heridas, pero les indicaron que se había marchado. Las dos mujeres sostienen que el hecho de que no apareciera el chico demuestra que la agresión se la produjeron los profesores.

El niño se niega a ir a clase y, según su madre, está asistiendo a la consulta de un psicólogo. Ayer decía con cierto desparparjo que todo ocurrió "mientras jugaba con un cochecito y el profesor Javier le castigó por pegar a un niño y le agarró por la camisa y otro por el cuello".