La Junta de Extremadura ha pedido al Gobierno central que abra una línea de ayudas, beneficios fiscales y prestamos del ICO para paliar las graves consecuencias que sobre la agricultura y el ámbito rural causaron los episodios de lluvia, granizo y viento registrados en esta comunidad a principios de mes, y declara la zona de naturaleza catastrófica.

Las estimaciones del Ejecutivo extremeño cifran las pérdidas directas en más de 11,7 millones de euros, según le ha trasladado su presidente, Guillermo Fernández Vara, a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, durante una reunión celebrada en Madrid.

Alrededor de 10.000 hectáreas de cultivos agrarios de Extremadura resultaron afectadas por estas condiciones climatológicas adversas, de las que más de la mitad (casi 5.200 hectáreas) perdieron el 100% de la cosecha.

Fernández Vara también ha trasladado esta situación, así como las medidas que exige su Gobierno para paliar los daños, al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a través de una carta, con fecha de 15 de julio.

Por ello, el jefe del Ejecutivo extremeño considera necesario que la Administración central declare de "emergencia o de naturaleza catastrófica" las consecuencias económicas y de empleo causadas.

De hecho, y así se recoge en la carta, estos episodios de lluvias torrenciales, granizo y viento han supuesto la merma directa de casi 170.000 jornales o peonadas de trabajo de campo y de 19.500 jornales de trabajo en las industrias de transformación, "lo que originará una interrupción o disminución de la actividad profesional e industrial".

Todo ello ocasiona "un perjuicio enorme en el tejido agrícola e industrial de las zonas afectadas y por ende a la Comunidad Autónoma de Extremadura", según se añade.