El movimiento y la diversión que proporciona el juego es más eficaz que una dieta dirigida a la hora de bajar peso. Esta es la conclusión del primer año del estudio Crecer Sano , que está siendo dirigido por José María Saavedra, coordinador del grupo de investigación AFIDES.

Este proyecto, financiado por la consejería de Economía, Comercio e Innovación, es uno de los pocos que trabaja directamente con el problema y no en la prevención.

En el programa han participado 45 niños extremeños de entre 8 y 12 años con obesidad infantil severa. Los pequeños han sido divididos en tres grupos uno que ha cumplido una dieta hipocalórica, otro que solo ha realizado sesiones de juegos, dirigidas por un licenciado en Ciencias del Deporte y un tercero que ha realizado ambas intervenciones.

Saavedra señala que los datos preliminares de esta experiencia indican que el ejercicio físico por sí solo puede servir para mejorar la enfermedad, "este es uno de los objetivos científicos que se marcaba el estudio: demostrar que el ejercicio es más eficaz que una dieta dirigida, puesto que el primero se lo puede autorregular el niño y en el otro caso depende de la persona que le haga la comida", comenta.

Al programa le quedan dos años de estudio. En este primero se han dedicado cinco meses en donde los niños que estaban en el grupo de ejercicio han realizado tres sesiones a la semana de 90 minutos. En los próximos periodos se espera consolidar este hábito y que al niño le guste moverse.

"Uno de los principales problemas con los que nos hemos encontrado es que no les gustaba moverse y hacer cualquier esfuerzo físico les costaba bastante".

De esta forma el proyecto ha conseguido que aumente entre sus participantes el gusto por el ejercicio, lo que supone el punto de partida de la investigación.

Para el investigador hay que buscar los resultados a través del juego y el ejercicio "se incide demasiado en la alimentación pero en la misma medida está el ejercicio, pero este debe ser dirigido puesto que muchas personas piensan que los niños con obesidad severa pueden realizar cualquier deporte y no es así porque hay que tener en cuenta que sus articulaciones no están preparadas para tanto peso y por ejemplo no pueden saltar".

En cuanto a la actitud de los niños durante la investigación esta ha sido positiva, sobre todo entre el grupo de los que han practicado ejercicios. Ahora habrá que esperar a que concluya para confirmar resultados.