Los aeropuertos españoles han incrementado los controles para hacer frente al covid-19. Desde el pasado lunes exigen a los viajeros procedentes de zonas de riesgo (según un listado del Ministerio de Exterior que se actualiza frecuentemente) una declaración jurada de no padecer síntomas ni ser contacto estrecho de ningún positivo y una prueba PCR negativa realizada, como mucho, 72 horas antes del viaje.

Quienes no traigan la documentación exigida se enfrentan en el destino a una sanción y deberán someterse a un test de antígenos (también para quienes presenten síntomas), que ofrecen los aeropuertos a través de sus servicios de Sanidad Exterior y que ya están también disponibles en el aeropuerto de Talavera la Real (Badajoz). «Estamos preparados con los mismos recursos y protocolos que cualquier otro aeropuerto», señala el director, Alfonso Flores, que explica que además de esa documentación también se toma la temperatura a los viajeros.

El control es solo para los vuelos internacionales, «excepto en los casos en los que un pasajero provenga del extranjero vía Madrid o Barcelona y solo haya estado en tránsito en uno de esos aeropuertos», apuntan desde la Delegación del Gobierno. Cuando se da alguna de esas situaciones, «el aeropuerto informa con antelación a Sanidad Exterior de cualquier viaje del extranjero y así están preparados para cualquier eventualidad», añaden.

Y aunque lo cierto es que el aeropuerto extremeño no tiene rutas comerciales internacionales directas, sí recibe ocasionalmente aviones procedentes del extranjero, a través de vuelos chárter, y las reglas son las mismas.

Estos vuelos internacionales han descendido este año por la situación sanitaria, pero se han recibido en torno a una decena de operaciones «con poco pasaje, unas tres o cuatro personas; en general se está volando muy poco», confirma el director. También han descendido los pasajeros de las rutas comerciales regulares, a Madrid y a Barcelona, que opera Air Nostrum y se retomaron en julio tras el parón durante el estado de alarma. Según los últimos datos de Aena, el aeropuerto pacense registró 1.816 pasajeros durante el mes de octubre, un 72% menos que el año anterior, y realizó un 50% de sus operaciones habituales. En el cómputo global, en lo que va de año la caída es algo inferior, con 26.415 pasajeros, un 56% menos.