Acostumbrado a informar cada mañana y cada noche de la actualidad regional, parte de la premisa que es difícil hablar de uno mismo, asegura, aunque pueda hacerlo en varios idiomas incluso. "Hablo inglés y alemán, y chapurreo otros dos idiomas, francés y algo de sueco. Se me da bien el inglés porque tuve la suerte de disfrutar de una beca Erasmus durante un año en una universidad inglesa, en Derby. Allí también estudié un año de francés y me interesé, como autoaprendizaje por el sueco por unos amigos que allí tenía, aunque sigo sin entenderlo. Alemán lo estudié en la Universidad de Sevilla".

Con tal currículum, el mundo de Manu Pérez se ha hecho más grande. "Es imprescindible conocer diferentes lenguas. El mundo deja de tener barreras, se hace más grande. Puedes entenderte con muchas más personas y te ayuda en todos los ámbitos de la vida. Las fronteras se diluyen". Y lo dice por su propia experiencia: "Si eres periodista puedes enterarte, sin intermediarios, de todas las versiones de una noticia. Si eres comerciante puedes intentar vender tus productos a cualquier punto del mundo".

El mundo se hace más grande y se abren más puertas. "Conocer distintas lenguas me ha permitido moverme con tranquilidad por cualquier país, conocer de cerca otras culturas y madurar. También te da confianza porque sabes que no hay puertas cerradas si, por ejemplo, tienes que marcharte fuera de tu tierra para trabajar. En el ámbito profesional me ayuda a ver más versiones de una misma noticia, otras interpretaciones y por ejemplo, en Bruselas, a seguir mejor todo lo que estudia la Comisión Europea o el Parlamento Europeo y que puede afectar a Extremadura".