Juan Ramón García es uno de los economistas de BBVA Research que analiza, desde marzo pasado, qué impacto está teniendo la crisis del covid-19 en el consumo de los españoles, primero en el confinamiento y ahora en la fase de recuperación.

¿Cuáles son los efectos principales que está teniendo esta crisis en los hábitos de consumo?

Lo que hemos visto es que durante el confinamiento y el inicio de la desescalada el gasto con tarjeta de débito y crédito cayó de forma muy acusada. No tenemos registros con deterioros como estos en nuestras series históricos. En términos agregados, la reducción en España estuvo en torno al 60% entre la segunda quincena de marzo y finales de abril, aproximadamente. En Extremadura las cifras fueron muy similares, con una caída ligeramente mayor en Cáceres que en Badajoz. Un segundo efecto se ha producido en el canal de compra de los hogares. Aunque el gasto por internet está disminuyendo prácticamente en toda España, eso es debido a que más de la mitad de las compras por internet con tarjeta estaban relacionadas con los viajes. Este gasto ha caído prácticamente un 90%, y aunque se está recuperando, lo hace muy lentamente y sigue en el entorno del 70%. Eso sesga a la baja el agregado del comercio electrónico, porque en el resto de partidas de la cesta de consumo de los hogares ha subido. Y en Extremadura se está comportando mejor que el resto de España, si bien es cierto que a eso contribuye que el peso del gasto ‘on line’ antes de la crisis era más bajo. En particular, la semana del 20 al 26 de julio las compras por internet en España cayeron el 20% con respecto a la misma semana de 2019, mientras que en Extremadura aumentaron el 14%. Este avance fue particularmente relevante en Cáceres, con un 77%. En Badajoz, el crecimiento se situó en el 6%.

¿En qué medida pueden ser duraderas estas tendencias?

Esa es una pregunta muy difícil de contestar. Intuimos que buena parte del auge del comercio electrónico en algunos bienes y servicios probablemente se va a mantener, sobre todo durante el tiempo que tengamos la amenaza del coronavirus, porque la población tiene ciertas reticencias al pago en efectivo. La gente joven sí pagaba ya habitualmente con tarjeta. Es la de más edad la que se ha animado y ha visto que es algo cómodo.

¿Acelerará el covid el proceso de sustitución del efectivo?

La tendencia de sustitución del efectivo la llevábamos viendo desde hace muchos años, no es algo reciente. Lo que ha hecho la coyuntura actual es acelerar el proceso. Igual que ha ocurrido con el gasto por internet respecto al presencial.

El incremento del ahorro durante el confinamiento, ¿en qué medida puede obedecer a la caída del gasto y en cuál a la incertidumbre?

Es un análisis que ya estamos haciendo pero necesitamos todavía más datos. Las causas del aumento del ahorro, que es verdad que sí se ha producido, son básicamente dos. Por un lado, las dificultades para gastar y, por otro, la incertidumbre, que probablemente haya sido igual de relevante. El desconocimiento que los hogares tienen de cuál va a ser su situación económica en el futuro desincentiva ya el consumo hoy. Eso es algo que se ve en todas las crisis. Cuánto pesa cada una de ellas es algo que no podemos saber.

¿Qué vinculación existe entre el teletrabajo y el gasto ‘on line’?

Sin duda son factores que están relacionados. Por ejemplo, una partida de la cesta de consumo de las familias que hemos visto que ha tenido un comportamiento excepcionalmente favorable ha sido la del equipamiento del hogar y la tecnología. Y sospechamos que buena parte del aumento de este gasto está relacionada con el teletrabajo. Una semana quizás pueda trabajar con mi portátil sentado en el sofá, pero cuando tienes que estar dos meses, quizás te convenga ya comprar una silla, una mesa, un monitor… Y eso se está viendo en los datos. Esta partida es la segunda que mejor desempeño está teniendo, después de la de alimentación.

¿Qué peculiaridades tiene en Extremadura la evolución del gasto?

El gasto con tarjeta durante la recuperación ha crecido significativamente más. La última semana subió un 8% en España con respecto a la misma semana del año pasado mientras que en Cáceres y en Badajoz lo hizo en un 23% y un 22%, respectivamente. Otra particularidad es en el gasto con tarjetas extranjeras, que esa semana bajó un 54% interanual en España. En Cáceres cayó menos, un 41%, y en Badajoz aumentó un 16%, probablemente por la cercanía a Portugal y porque el peso del turismo es comparativamente reducido y pequeños movimientos tienden a provocar fluctuaciones grandes. Otra peculiaridad es el gasto ‘on line’, que mientras que en Extremadura está prácticamente en cero en términos agregados, en Cáceres está aumentando de forma muy significativa, principalmente en la fase de recuperación.