El fiscal superior de Extremadura, Aurelio Blanco, reconoció ayer que ante el "claro incremento" del número de procedimientos y, como demuestran los últimos datos, la "cada vez más elevada carga de trabajo", Extremadura requiere "al menos tres plazas más de fiscales", una para Plasencia, otra para Cáceres y otra para Mérida. Es lo que se necesitaría, aunque el fiscal superior no se mostró muy confiando en obtenerlas, pues teniendo en cuenta la crisis económica y las consiguientes restricciones presupuestarias en el gasto público, dijo, no cree que se conceda más de una, o a lo sumo dos.

Además de al "notable aumento de la carga de trabajo" para argumentar su petición, Blanco llamó la atención sobre otro hecho, el que para la Fiscalía no halla ni siquiera un funcionario por fiscal --53 fiscales frente a 51 funcionarios--.