Durante su estancia en Cáceres, la infanta Cristina destacó el papel que durante años ha venido desarrollando la Unesco en la potenciación de la cultura, la ciencia y la educación como herramientas para la tolerancia y el diálogo y remarcó el espíritu de esta organización internacional de "crear una nueva mentalidad colectiva, basada en el respeto mutuo y cuyo fruto es la concordia".

En esta dirección, dijo durante su discurso inaugural que "educación, ciencia y cultura se han convertido en instrumentos principales, incluso imprescindibles, de la solidaridad y de la paz entre las naciones. Pero para cumplir esta función han de insertarse en la realidad, hacerse costumbre. Esta es la misión y la tarea de la red civil de la Unesco", afirmó.

Así, la infanta Cristina agregó que la Unesco a través de centros y clubs creados, a las cátedras, escuelas y bibliotecas asociadas, a sus redes de la biosfera o a las ciudades patrimonio de la humanidad difunde una imagen "moderna y polivalente de cultura, que ya no es patrimonio de unos pocos, sino que sale a la calle, para estimular una formación de calidad en todos los niveles".