Rebosando. Tras una semana pasada de intensas precipitaciones, la mayoría de los embalses extremeños abrieron ayer sus compuertas para aliviar la gran cantidad de agua que han acumulado estos días. Las reservas de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Guadiana alcanzaban ayer el 97,89% de su capacidad, con 7.636,21 hectómetros cúbicos. Con este caudal, los técnicos de la Confederación se han visto obligados a seguir realizando desembalses "de forma controlada" en las principales presas de la región. El mayor embalse de Extremadura y el tercero más grande de Europa, La Serena, como ya hiciera el jueves por segunda vez desde 1990, volvió a abrir sus compuertas ayer para desechar 900 metros cúbicos de agua por segundo, o lo que es lo mismo, 900.000 litros de agua. El vertido se realiza al embalse del Zújar, el cual también abrió ayer sus compuertas con un caudal próximo de 430 m3/segundo directamente al río.

La operación se repite en prácticamente todos los embalses del Guadiana. El segundo en capacidad, el embalse del Cíjara, abrió sus compuertas el sábado para soltar 800 m3/segundo, con un vertido interno al embalse de García Sola, que a su vez pierde 930 m3/segundo. Este también está realizando un vertido interno al embalse de Orellana que ayer volvió a abrir sus compuertas para desechar 950 metros cúbicos, esto es casi un millón de litros por segundo que van a parar directamente al Guadiana, aunque las puntas máximas de entrada de agua ya se han superado. La presa de Alange también se encontraban ayer abiertos los desagües de fondo con un caudal aproximado de 130 m3/segundo.

La situación es similar a la que registran los embalses de la Confederación Hidrográfica del Tajo --al 75% de capacidad-- cuyos técnicos se reunieron ayer para preparar la comisión de desembalses que se celebra hoy. Si alguna presa se había librado de abrir compuertas hasta ahora, como es el caso de Valdecañas, ayer tuvo que hacerlo. La confederación no detalló el volumen de agua desembalsada, pero confirmó que todas las presas estaban abiertas de forma controlada, entre ellas la de Alcántara, la mayor de esta cuenta, que se encontraba al límite de su capacidad. El Guadiloba, que abastece a Cáceres, abrió sus compuertas a las 14.30 horas del domingo hasta las 11.40 de ayer lunes, por undécima en el último mes. Desde el 28 de febrero ha desembalsado 31,5 hectómetros cúbicos, casi dos veces su capacidad total, que son 20 hectómetros cúbicos, y ayer se encontraba ya al 83% de su capacidad, informa J. L. Bermejo.

Por otro lado, otras pequeñas presas como las 40 que dependen de la Consejería de Fomento, y de las que 35 se encuentran al 100% de la capacidad, y otras 13 de menos de 20 hectolitros dependientes de la Consejería de Agricultura que abastecen a zonas regables.