Esta semana se han producido varios casos mediáticos: una mujer de 62 años está embarazada en Galicia y una directiva de Zara Home está a punto de tener a su primer hijo con 51 años, también en Galicia. Los dos son casos extremos pero para los expertos es una realidad «incontestable», que la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo no cesa de crecer y que los embarazos más allá de la edad que antes se consideraba límite, en torno a los 35 años, ahora son lo habitual. De hecho en la última década, los embarazos a partir de los 40 años se han disparado por encima del 40% en Extremadura según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): en el año 2004 hubo 319 nacimientos de madres de más de 40 años y en el año 2014 (los últimos datos disponibles en el Instituto nacional de Estadística) la cifra era de 524 nacimientos. De ellos, mientras que en el 2004 solo uno de los embarazos correspondía a una mujer de más de 50 años, una década después había cuatro mujeres embarazadas que habían superado esa edad, todos ellos en la provincia de Cáceres.

La última encuesta de Eurostat sitúa a las españolas como las europeas que tienen su primer hijo a una edad más tardía, 30,4 años, solo por detrás de las italianas que se convierten en madres primerizas a los 30,6 años). Según la misma encuesta, un 5,1% de las españolas tienen el primer hijo pasados los 40 años aunque lo habitual es que el primer nacimiento se produzca en la treintena (59,4%). Junto a todo esto, la tasa de natalidad continúa a la baja en toda la UE y España no es una excepción, con una media de 1,32 hijos por mujer.

«Ha cambiado la sociedad con la incorporación de la mujer al mercado laboral, y además le cuesta más que al hombre hacerlo, pero la biología no ha cambiado nada» , subraya el ginecólogo José de Julián. Y lo que dice la biología es que la edad óptima para ser madre está entre los 25 y los 35 años porque a partir de esa franja la fertilidad comienza a decaer en la mujer. En el hombre también, pero en su caso es menos acusado y en general hasta los 60 años un hombre puede ser fértil. Hace 20 años, los nacimientos se encontraban en ese rango de edad, pero ahora lo habitual es que las mujeres tengan su primer hijo con 32 años.

¿Se puede ser madre a partir de los 40 años? Sí, es posible, pero es difícil y aunque le medicina ha avanzado en este campo y la reproducción asistida ha incrementado las probabilidades, recurrir a estos técnicas no garantizan ser madre más allá de lo que dicta la biología. «Muchas mujeres llegan muy confundidas. Piensan que la edad no es tan importante y que el hecho de recurrir a la fecundación va a suponer un embarazo inmediato» , advierte De Julián, director médico de la Clínica Norba de Cáceres, especializada en este tipo de tratamientos.

A partir de los 40 años la probabilidad de obtener un embarazo de forma natural se sitúa en el 10% en cada ciclo y superada esa edad la tasa se reduce hasta el 5%. A partir de los 42 años las probabilidades de un embarazo de forma natural son muy reducidas y en esos casos, lo habitual es que se recomiende a la mujer recurrir a la ovodonación, esto es utilizar el óvulo de una mujer más joven para implantarlo.

Con la reproducción asistida, las probabilidades de éxito se pueden incrementar hasta el 40%. «No quiere decir que toda mujer de más de 40 años que veamos embarazada haya recurrido a estas técnicas» , matiza el experto. Pero estas técnicas están detrás de muchos de los embarazos pasada esa edad.

Cuál es el límite de edad para buscar un hijo es un debate abierto. La legislación española no establece ninguno y las clínicas de reproducción asistida tienen libertad para decidir dónde sitúan la barrera. Pero un pacto ético entre ellas sitúa en los 50 años la franja. «No es solo por la madre y por los riesgos que pueda haber, sino también por el futuro de los hijos, porque cuando ese niño tenga 10 años la madre tendrá 60» , dice José Mijares, Embriólogo de la clínica Norba. De hecho, en este centro sitúan aún más abajo la edad máxima recomendable para ser madre. «En mujeres a partir de los 45 años comenzamos a no recomendar el embarazo, intentamos quitarles de la cabeza esa idea» , apunta ice Mijares. Aunque una mujer de 45 años de hoy no tiene nada que ver, aparentemente, con lo que suponía esa edad 20 años atrás, «la naturaleza interna ha cambiado menos» , recuerda.

Y un embarazo en esa franja de edad no solo es difícil de obtener, sino que entraña más riesgos para la madre y para el bebé. Para ella se incrementan las posibilidades de desarrollar enfermedades concomitantes como la diabetes o al hipertensión, mientras que para el niño hay también mayor riesgo de prematuridad o bajo peso al nacer.