Los jueces extremeños enviaron ayer al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) --para que éste la reenvíe al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)-- el acta de la junta que celebraron el viernes pasado, en la que se recoge la convocatoria de huelga para el 18 de febrero y sus reivindicaciones.

-- El ministro de Justicia les ha pedido que reflexionen. Pero, ustedes siguen adelante.

--Todos los compañeros estamos muy tranquilos. Llevamos muchos años realizando una serie de peticiones, pero todas quedan en buenas palabras y no se materializan. Por lo tanto, desde la tranquilidad que se nos requiere, pretendemos lograr esas reivindicaciones y si antes del 21 de enero no se ha establecido una hoja de ruta o acordado alguna medida de calado, siempre plasmada en documento, los compañeros de Murcia y Extremadura, y previsiblemente de todo el Estado, acordarán la convocatoria de la huelga.

--¿Qué debe establecer esa hoja de ruta?.

--Lo único que se requiere es una concreción de nuestras pretensiones, que se tome en serio el asunto y que se objetivice en documento qué es lo que se va a hacer y cuáles son las previsiones a corto y largo plazo del ministerio. Hay que concretar medidas en tres grandes campos: la implantación de la oficina judicial, que delimite de forma precisa las funciones de jueces, secretarios y funcionarios, así como una adaptación del régimen disciplinario a fin de que se nos puedan exigir responsabilidad exclusivamente por nuestras funciones. El segundo campo sería el aumento y reestructuración de la demarcación judicial, para que se delimite exhaustivamente la carga de trabajo razonable que puede asumir cada juez y magistrado. Y en el tercer campo, referido al estatuto de los miembros de la carrera judicial, la supresión del traslado forzoso por ascenso, una adecuación de las retribuciones por las guardias, las pensiones y una equiparación en las retribuciones con los países del entorno.

--¿Pero cuáles serían prioritarias para no ir a la huelga?

--Por decirlo en términos coloquiales, la pelota la tiene ahora el Ministerio de Justicia. En función de lo en serio que se tome el problema y las medidas que adopte antes del 21 de enero, serán las juntas de jueces las que decidan unas si desconvocan la huelga, casos de Murcia y Extremadura, y otras si convocan, las del resto de España.

--¿Tienen derecho a huelga?

--Desde nuestra humilde opinión sí, de lo contrario no nos habríamos embarcado en esto.

--¿Por qué Extremadura abandera esta causa cuando es una de las regiones que menos ´atasco judicial´ soporta?

--La Justicia en Extremadura goza de una salud envidiable con respecto al resto del Estado español, pero ¿a costa de qué? De la salud de los servidores de la misma: los jueces y magistrados. ¿Por qué hemos adoptado este acuerdo? Porque siempre tiene que haber alguien que en sus convicciones da un paso más allá. En este caso, un paso firme y siendo conscientes de que el resto de las juntas a nivel estatal se unirán sin lugar a dudas al ejercicio de este derecho.

--Hay quien opina que esta huelga es una pataleta por la sanción al juez Tirado por el ´caso Mari Luz´.

-- En la última junta de jueces no se trató el tema de este compañero, lo que sí es cierto es que lo que le sucedió a él es otra de las gotas que ha colmado el vaso. En la junta del mes pasado el principal objetivo era la defensa de este compañero a los efectos de que se limiten las ingenerencias del poder político en el campo judicial. Pero, sí es una de nuestras pretensiones intentar evitar que vuelva a ocurrir lo que le ha pasado a él.

--¿Es el momento adecuado para esta convocatoria cuando aún no se han resuelto los efectos de la huelga de funcionarios? ¿Qué supondrá para la Justicia?

-- Cuando hay una huelga de pilotos, los aviones no salen; cuando es de maestros, no hay clase; y cuando haya una huelga de jueces y magistrados, no sé qué pasará porque es la primera vez que se produce en España. Por sintonía con los restantes trabajadores, se paralizará la maquinaria judicial, a excepción de las medidas que afecten a la integridad e intimidad de las personas.