Emilio el Mago cuenta que soñó hace unos meses con el número agraciado con el premio Gordo del sorteo de la Lotería de Navidad, que se celebra mañana. Ese sueño se transformó ayer en el último reto de este ilusionista pacense: demostrar que es capaz de adivinar la cifra que más revuelo causará cuando los niños de San Ildefonso extraigan las bolas de los bombos.

Ayer depositó un papel con el número de sus sueños en una urna de metacrilato transparente cerrada con un candado, que abrirá una mano inocente el día 23 a las once de la mañana para comprobar si su predicción se ha cumplido. La urna se introdujo en una vitrina de cristal en el El Corte Inglés. La llave de la primera quedó a recaudo de un periodista, la de la segunda en manos de un responsable del centro comercial. Emilio el Mago aseguró que no existen copias de las llaves y que el personal y las cámaras de seguridad de las instalaciones velarán por que ni la vitrina ni la urna se abran hasta la fecha prevista.

En la presentación del reto destacó que, aunque otros ilusionistas lo han llevado a cabo anteriormente, ha sido "de manera más oculta, con cofres cerrados, sin nada a la vista del público. Yo lo voy a hacer con una urna transparente, a la vista de la ciudad de Badajoz", afirmó.

La pregunta era obligada. ¿Has comprado algún décimo? "Cuando voy a trabajar al casino me preguntan muchas veces que si gano a la ruleta, pero la verdad es que nunca juego, porque todo lo que hago con la magia lo hago en pro del espectáculo y de la ilusión", respondió. Tampoco quiso soltar prenda sobre el reintegro. "El día 23 lo descubriremos".

De sus anteriores retos navideños , el ilusionista salió airoso: logró hacer desaparecer a una mujer, emuló a Houdini en un número de escapismo y condujo con los ojos vendados durante 3 kilómetros. Pero esta es la primera vez que pone a prueba sus dotes adivinatorias con la Lotería de Navidad. Como dice Emilio el Mago: "Que la suerte y la magia te acompañen".