Un fallo humano es la causa del accidente laboral que tuvo lugar hace una semana en la planta termosolar La Dehesa de La Garrovilla y en el que resultaron heridos seis trabajadores. Así se lo ha manifestado a este diario José Miguel Villarig, consejero de Renovables Samca, la empresa promotora de la planta, situada a unos 20 kilómetros de Mérida.

A falta de conocer las conclusiones de la investigación que la Inspección de Trabajo abrió el mismo día de los hechos, la empresa promotora afirma que "no fue el reventón de una tubería lo que causó el accidente, sino que los trabajadores no fueron capaces de desmontarla entera".

Según Villarig, la tubería se había instalado de forma provisional --la planta aún se encuentra en fase de pruebas-- y los operarios la estaban desmontando. "No consiguieron sacarla entera y quedó partida por una junta en forma de uve", por lo que la conducción de sales a más de 300 grados centígrados --nitrato potásico y nitrato sódico-- que transportaba salió despedida salpicando y causando quemaduras en varias partes del cuerpo a los seis trabajadores. "No salió mucha cantidad de líquido pero como el orificio era muy pequeño, salió por aspersión y afectó a varios empleados", señala el consejero.

Los afectados, todos varones, no trabajaban directamente para Samca, sino para la compañía gallega IMASA, que les tenía subcontratados. EL PERIODICO intentó contactar varias veces con esta para contrastar la versión de Samca pero no fue posible. Tampoco confirmó esta interpretación la Consejería de Igualdad y Empleo de la Junta de Extremadura, que prefirió esperar a conocer el informe de la Inspección de Trabajo para pronunciarse, al igual que el sindicato UGT, que esperará a conocer los datos que arroje su propia investigación, que tampoco ha concluido aún.

EVOLUCION FAVORABLE Por su parte, los seis heridos, dos de ellos graves, según Villarig, "evolucionan favorablemente aunque como las heridas son quemaduras, el riesgo de infección está presente todavía". El suceso tuvo lugar sobre la una y media de la tarde y en poco más de una hora, los seis ya habían sido evacuados. Los cuatro leves en ambulancia al Hospital de Mérida --aunque después dos de ellos fueron derivados al Virgen de la Montaña de Cáceres-- y los dos más graves, directamente en helicóptero al hospital de la capital cacereña.

La mujer de uno de ellos, Dolores Galán, confirmó que aunque su marido, J. R. T. N., sufrió quemaduras de tercer grado en los brazos y el tronco, su vida no corre peligro "aunque todavía está grave y tiene riesgo de infección". El otro herido más grave también evoluciona bien. Los cuatro leves fueron dados de alta el mismo día de los hechos.