«No vamos a hacer ninguna declaración porque no entramos en eso. Seguiremos trabajando para que todo funcione bien». Fue la respuesta que dieron ayer desde el departamento de prensa de CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) a las acusaciones de Renfe sobre las averías en Extremadura. Concretamente, los hicieron responsables de las dos incidencias que hubo el pasado lunes en las líneas Madrid-Cáceres y Madrid-Zafra, justo el mismo día que el Pacto por el Ferrocarril se reunía en Mérida para analizar la situación del tren regional.

CAF es precisamente la encargada de fabricar los modelos de la serie 598 (de 15 años de antigüedad) y 599 (un poco más nuevos, tienen 10 años). Ambos circulan por la región pero los segundos están reemplazando a los primeros como una medida para evitar las averías.

Por ello desde Renfe no han dudado en convertir a CAF en los culpables de los últimos percances. Les exigen que «actúen con urgencia para garantizar un servicio digno y fiable». Además, tachan de «inadmisible la reiteración de fallos mecánicos» y piden que «con carácter inmediato se designe a una persona para dirigir en Extremadura la supervisión del funcionamiento de sus trenes para garantizar la eficacia del servicio».

CAF es «un grupo multinacional con más de 100 años de experiencia», tal y como se definen en su web. La compañía está presente en los cinco continentes.